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Sin embargo, no es el único caso. Otro que había tenido la misma clase de fractura es el defensor Matías Pérez, quien lleva un año sin poder volver a la práctica del fútbol, por complicaciones que tuvo y que le obligarían a someterse a una nueva intervención quirúrgica.
Ayer, en conversación con el Cardinal Deportivo, Matías calificó su situación de esta forma: “Es un infierno. Justo en el momento en que venía jugando bastante seguido, me vino a pasar esto. Ya hace más de un año que sufrí la lesión y hasta ahora no puedo jugar”.
Recordando el momento en el que sufrió la fractura, señaló: “Fue en el 2016, en un amistoso con Guaraní (jugaba por Rubio Ñu), en una pausa en el campeonato porque jugaba la selección. En una jugada normal, sentí un pinchazo. Me hicieron los estudios y resultó que tuve fractura por estrés en la pierna derecha. La misma lesión que ahora tuvo Topo y antes también sufrió Santander (Federico). Hablé con varios doctores que trabajan en el fútbol y me recomendaron que me opere”.
El jugador prosiguió: “Luego fui operado en el sanatorio Amsa. Me operaron un sábado a las 7 de la mañana y a ocho horas de la cirugía ya estaba con fiebre. Ahí estuve quince días en cama por una infección intrahospitalaria que me tomó en el quirófano, según me habían dicho”.
Agregó: “Empecé con tratamientos y el dolor seguía, incluso más fuerte de lo que antes sentía y nunca se llegó a consolidar el hueso. De ahí que, ya sea para retirar el clavo que tengo puesto o para otra cosa, tengo que pasar de nuevo por una cirugía”.
Matías Pérez proviene de la cantera del club Nacional, donde ya le habrían cedido su pase tiempo atrás. Sin embargo, la dirigencia tricolor no retacearía una ayuda para su nueva operación, recordando que hace unos años, Óscar “Chiquito” Giménez, actualmente en Olimpia, también fue ayudado por el club académico para una operación. Luego se le había concedido el pase y recaló en General Caballero ZC con la dirección técnica de Juan Manuel Battaglia. Es factible que con Pérez se proceda igual.