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Fueron ocho horas y media de viaje, incluyendo una parada de aproximadamente 80 minutos en Lima.
El técnico Eduardo Rivera aprovechó el traslado para observar al rival, que viene de perder en la definición de la Copa Colombia ante Júnior de Barranquilla, además de sucumbir en el clásico frente a Millonarios, aunque con alineación alternativa.
La dotación se encuentra en el hotel Marriott. Ayer se dividió en dos para las actividades, con diez jugadores que actuaron contra Rubio Ñu realizando tareas de recuperación. Los nueve restantes trabajaron un poco más duro, en una pista sintética montada en una terraza.
Para acceder a la instancia definitoria el Sportivo debe anotar de visitante, tras el 1-1 del cotejo de ida.
Existe un buen ambiente, sobre todo después del triunfo del domingo, con el que se cortó una mala racha, ubicándose el elenco auriazul muy cerca de otra clasificación a la Sudamericana.
El viaje a la sede del duelo será en la mañana del miércoles, en media hora de vuelo, intentando evitar los rigores de la altura. El partido será dirigido por Enrique Osses y el clasificado medirá al ganador de la llave argentina compuesta por Huracán y Ríver Plate.