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Las dos divisas más representativas del fútbol paraguayo protagonizaron una nueva edición del clásico, que no quedará para el recuerdo.
La igualdad entre Cerro Porteño y Olimpia, a un gol por sector, no se produjo a raíz de que ambos equipos ejercieron a su vez un predominio en el partido ni porque hayan tenido momentos parejos de buen fútbol.
La paridad fue por lo bajo, no por lo alto en cuanto a exposición futbolística. Tanto Cerro como Olimpia se repartieron imprecisiones y ninguno supo sacar provecho de las circunstancias del partido que le fueron favorables.
El Ciclón arrancó con fuerza, forzando a la defensa franjeada con las habilidosas corridas de Cecilio Domínguez por la izquierda. Cerro era claramente superior cuando a los 24’ Josué Colmán buscó a Raúl Cáceres por la derecha. Este envió el centro que cabeceó Silvio Torales. Barreto llegó a tapar, pero en el rebote estuvo Cecilio para abrir el marcador a favor del Ciclón y romper la valla invicta de Barreto.
El mismo Cecilio tuvo a su merced la segunda conquista a los 29’, pero su remate salió por encima del travesaño.
Cerro no aprovechó su momento. A los 34’ un centro sobre el área azulgrana no sacó la defensa. El “Zorro” Bareiro remató, Silva dio rebote y Rojas, en su afán por rechazar, convirtió contra su arco el empate olimpista.
De la etapa final solo se cuentan la expulsión de Pablo Velázquez, por una inexplicable agresión a Rolín, que no aprovechó Olimpia, y el penal no sancionado de Mencia contra Cecilio.
Ninguno pudo encender la antorcha del triunfo.
24 MINUTOS, cae la valla invicta del arquero de Olimpia, Diego Barreto, con el gol de Cecilio Domínguez. La marca fue de 553 minutos sin recibir ni un solo gol. De esos, 454 minutos corresponden al presente campeonato.
4 AMONESTADOS por el árbitro Enrique Cáceres se tuvieron en el clásico. Todos ellos son del Ciclón. No hubo amonestados en Olimpia. También es el cuarto clásico consecutivo que Cerro Porteño sufre la expulsión de un jugador. Esta vez fue Pablo Velázquez.