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El sábado, en el estadio municipal de Guarambaré, Itauguá le ganó 3-1 a Credicentro en un partido que no pudo concluir por agresión a los árbitros del encuentro por parte de jugadores del equipo perdedor.
Los incidentes se produjeron a los 1’20’’ del tercer tiempo, después de que Benito Zarza, jugador de Credicentro, lanzara arena hacia el rostro del árbitro Francisco Toledo, en señal de protesta por la supuesta mala actuación de los encargados de impartir justicia, que decidieron suspender definitivamente el juego ante los hechos sucedidos.
Los goles para Itauguá fueron convertidos por Carlos Rivas en dos ocasiones y Fabián Escurra, mientras que Carlos Riveros descontó para Credicentro.
Como Itauguá venía de la ronda de perdedores, el triunfo le permitió ir a una finalísima. Se intentó jugar 10 minutos de alargue para definir el título, pero los árbitros ya no quisieron actuar más a raíz de las agresiones que sufrieron, en un hecho realmente lamentable que empañó la jornada.