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A las 15:06 se hizo un minuto de silencio que se respetó en toda la ciudad –el transporte público se detuvo. A esa hora exacta se paró el partido de Hillsborough entre Liverpool y Nottingham Forest, a los seis minutos, cuando se hizo evidente que en la tribuna de los hinchas Reds algo no andaba bien.
Unos 96 hombres, mujeres y niños –todos hinchas del Liverpool– murieron ese día durante un partido de semifinal de Copa inglesa contra Nottingham Forrest, en el desbordado estadio de Hillborough (Sheffield).
Cientos de bufandas enviadas por los clubes británicos adornaban las tribunas de Anfield. Steven Gerrard –cuyo primo fue la víctima más joven de la tragedia, con 10 años–, Luis Suárez y la plantilla actual, líder en la liga, compartían tribuna con la de entonces, los Alan Hansen, John Aldridge y el entrenador Kenny Dalglish.
También estaban las familias de las víctimas, que este año conmemoran la tragedia con un consuelo: tras 25 años de lucha, la policía y las autoridades que dijeron que los espectadores iban borrachos y no llevaban entrada, están siendo investigados por sospechas de que lo que trataban era de encubrir sus negligencias.
La conmemoración se da en un momento deportivo dulce para el Liverpool, que está líder y a unas pocas victorias de ganar la Premier League por primera vez en 24 años, casi tantos como Hillsborough. La ceremonia acabó con la canción “You’ll never walk alone”, el himno del Liverpool, cantada por Gerry Marsden, su compositor, y por todo el estadio.