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En un partido que el Barcelona controló a la perfección, con Andrés Iniesta brillante en la dirección del juego, el “pistolero” Suárez selló el triunfo en los minutos 39, 50 y 66 (de penal).
“Andrés domina muy bien el juego combinativo y sabe regatear como nadie. Luis es un asesino del área, capaz de solventar cualquier opción en el área”, dijo sobre sus hombres más destacados el técnico azulgrana Luis Enrique.
Sin Messi ni Neymar –en recuperación–, sus dos compañeros en la delantera conocida como ‘MSN’, Suárez se bastó, asistido por un gran centro del campo, para terminar con la poca resistencia que puso el campeón de Asia.
Las bajas de dos de los tres finalistas al Balón de Oro –junto con Cristiano Ronaldo– restaron magia a un noche especial para los aficionados japoneses, unos 65.000 en el Internacional de Yokohama, algunos de ellos con caretas del argentino y del brasileño.
Las dos estrellas podrían recuperarse para el domingo, ante Ríver, que alcanzó la final al vencer el miércoles 1-0 al japonés Sanfrecce Hiroshima, gracias a un gol de Lucas Alario.
* Doble fractura. El primer gol de Suárez llegó apenas después de la primera desgracia para el Guangzhou: la increíble lesión de Zou Zheng, quien trastabilló y se provocó la fractura de tibia y peroné de la pierna izquierda.
La definición será el domingo
Barcelona y Ríver definirán el título el domingo en Yokohama (7:30, por FOX). Ríver quiere festejar por primera vez el título de este torneo. Ya lo hizo, allá por 1986, cuando alzó la por entonces Copa Intercontinental que enfrentaba en un solo partido al campeón de la Libertadores con el ganador de la Champions League, título que le impidió repetir Juventus una década más tarde.
Barcelona ya sabe lo que es alzar este trofeo. Lo hizo en 2009 venciendo en tiempo suplementario (por 2-1) al también argentino Estudiantes de La Plata y repitió con un más holgado 4-0 en 2011 ante el Santos de Brasil, en el que por entonces aún jugaba un tal Neymar.