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“Muchas órbitas de mi vida cambiaron”, apunta Paredes al momento de hacer su repaso de una temporada alejada del hogar y un poco de las competencias. Tuvo solo cuatro apariciones en certámenes este año y entre ellas sobresale su medalla de bronce en el Sudamericano Absoluto, con récord sub 23, lanzando 54,86 metros.
“Cada año mejoraba, pero no a metros”, analizó, para luego sostener orgullosa que cumplió su objetivo un año antes de culminar la categoría.
En cuanto a su vida en Estados Unidos, cuenta que al principio “no daba gusto”, porque sabía que debía esperar un año para competir en la Liga Universitaria con el Florida State. “Me di cuenta de que por algo pasan las cosas, me enfoqué más en el estudio, tuve un GPA superalto, entré en el top 10 de las mejores estudiantes deportistas y fue otro logro que ni yo me esperaba”, dijo.
En sus dos experiencias en el “track and field” norteamericano notó grandes diferencias. “Es totalmente diferente. En Paraguay competía sola desde que Leryn (Franco) se dejó. Allá competí entre 18 chicas, jabalinistas, no de 40 metros para bajo, sino igual que vos (ella) o un poco más. Yo sentía que ese era mi lugar, ya no puedo esperar para empezar el año que viene y dar lo mejor de m’i por mi universidad. Ellos están totalmente felices, ya quieren que empiece la temporada al aire libre”.
La emoción de su entrenador, el olímpico jamaiquino Dorian Scott, se desata con las marcas de Lauri, cuyo PB supera el récord de su casa de estudios.
Esperando su debut en la División I, máxima categoría de la NCAA, Lauri sueña en grande: ganar su Conferencia y salir entre las mejores o ganar el Nacional. También quiere demostrar su potencial para Paraguay en sus primeros Odesur y el Suda U23, donde buscará la única medalla que le falta, el oro.
Sobre el atletismo nacional destacó el crecimiento de la velocidad, de otros lanzamientos y de la dirigencia.