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“Los resultados de los exámenes son más bien preocupantes. Mi memoria es horrible, no sé si es porque no escucho, pero realmente tengo una memoria muy débil”, declaró el exdelantero de 47 años. “Cuando uno se convierte en futbolista profesional, se espera tener más tarde problemas de espalda, rodilla o tobillo. Pero jamás pensé que el fútbol estaría ligado a enfermedades cerebrales”, añadió.