Cerro Porteño campeón invicto luego de un siglo

Cerro Porteño batió todos los récords en el torneo Clausura 2013 al ganar invicto el certamen luego de 100 años tras conseguir su primera estrella sin sufrir derrotas. En 1913 el Ciclón había logrado el título sin perder.

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Además en aquel proceso Francisco “Chiqui” Arce, el entrenador del Ciclón, llegó al récord a nivel local de mantener a su equipo invicto en 27 partidos.

Para ganar, sin perder, el Clausura del 2013 el Ciclón contrató a tres delanteros: José María Ortigoza, quien en la temporada pasada había regresado a Sol de América y fue el goleador absoluto del torneo Apertura 2012; el español Daniel Güiza, quien vino precedido de una gran fama y también puso su granito de arena para que los azulgranas peguen la vuelta olímpica; y Jorge Ortega, de Rubio Ñu, aunque este no tuvo fortuna, pues se lesionó de entrada y sin tener oportunidad de ingresar al conjunto. 

Además regresaron al club Diego Godoy, quien en el Apertura había reforzado al Sportivo Carapeguá, y Francisco “Gato” García, que a principio de temporada se marchó a Luqueño y para volver Cerro Porteño tuvo que pagar 50.000 dólares. El resto del plantel fue el que disputó el Apertura. Tuvo la baja de Jonathan Fabbro, prestado al River Plate argentino, por expreso pedido del técnico Ramón Díaz.

El gran mérito de la conquista fue del presidente Juan José Zapag, quien supo mantener al técnico Francisco Arce al frente del equipo luego de la eliminación en la Copa Sudamericana, en la mismísima Olla azulgrana, cuando la Universidad Católica ganó a Cerro Porteño, por 1-0. Esa noche “Chiqui” fue despedido por los casi 25.000 espectadores presentes en medio de silbidos y pedidos de renuncia. Fue la noche del miércoles 7 de agosto y en el torneo Clausura recién se jugaba la segunda fecha.

Enseguida ese mismo domingo posterior a la eliminación copera el Ciclón venció a Rubio Ñu 2-1, luego a Sol de América 2-0 y empató 1-1 ante General Díaz, hasta llegar al clásico frente a Olimpia. La gran victoria sobre el tradicional rival, por 2-1, con goles de Guillermo Beltrán y Ángel Romero, curó todas las penas y a partir de ahí Francisco Arce recibió el perdón de la exigente hinchada cerrista. Después de la victoria frente al rival de todos los tiempos siguió la gran campaña que desembocó en la obtención del título en forma invicta, justo un siglo después de la primera conquista sin derrotas, en 1913, cuando los azulgranas se inauguraron en los torneos organizados por la APF.

El primer clásico en la Libertadores

1969: En el estreno de los clásicos rivales en la Copa Libertadores, el viernes 31 de enero de 1969, Olimpia, el campeón de 1968, y Cerro Porteño, el vice, se enfrentaron en Para Uno. El Decano empezó ganando el juego con gol de Gerardo Laterza, quien de un balonazo de 30 metros puso el 1-0. Poco antes del final de la primera etapa empató Celino Mora, el goleador histórico del Ciclón en la Libertadores. En la complementaria se vino la avalancha azulgrana y dos goles del inolvidable Severiano “Taladro” Irala y uno de “Hormiguita” Miguel Ángel Sosa, quien también ya falleció, decretaron la increíble goleada cerrista, por 4-1, en el mismo “Bosque” de Para Uno.

A mitad del segundo tiempo Sosa se sentó sobre la pelota luego de eludir a Néstor Benítez, su marcador, recibiendo por ese acto de parte de la entonces Confederación Sudamericana, solo una amonestación. En la actualidad por esa acción Sosa hubiera recibido una severa sanción.

En la revancha jugada en el estadio volvió a ganar Cerro, esta vez por 2-1.

Partido, 31 de diciembre

1975: El miércoles 31 de diciembre de 1975 quedó perpetuado en los anales del fútbol paraguayo. Esa noche, en el estadio “Defensores del Chaco” y a través de la tanda de los penales, Luqueño venció a River Plate, por 4-2, en el tercer y último partido de desempate para definir qué equipo sería el subcampeón. Todo quedó definido para los luqueños a las 9:15 de la noche, a menos de tres horas de la llegada del año nuevo. Ambos conjuntos quedaron empatados en la segunda ubicación al final del campeonato, con 37 puntos, y se debía dilucidar en dos o tres partidos extras qué equipo acompañaría al campeón Olimpia a la Copa Libertadores de 1976. En el primer partido venció River 1-0 y en la revancha triunfó Luqueño también 1-0.

Libertad, 21 años después

1976: El domingo 17 de octubre el equipo de Libertad rompió el embrujo que abarcó 21 años sin ganar campeonatos venciendo a Cerro Porteño, en polémica final, por 2-0. Para la opinión pública los liberteños lograron la conquista “por decreto” atendiendo que el entonces presidente de la República, el dictador Alfredo Stroessner, fue hincha confeso del Gumarelo. A los cinco minutos Apolinar Paniagua anotó el primer tanto. Cerca del final un penal a Paniagua posibilitó al Gumarelo la segunda conquista. La pena máxima fue ejecutada por el mismo Paniagua, estableciendo el 2-0, para que el “repollero” rompa el hechizo sin títulos que tuvo 21 años de duración. Libertad desde 1955 no conocía la satisfacción de dar una vuelta olímpica.

Hazaña aurinegra no repetida

1970: Guaraní consumó una hazaña en la Copa Libertadores de 1970 al alcanzar 11 partidos invictos al hilo en una misma edición. El récord hasta la fecha no fue alcanzado por ningún otro conjunto compatriota, ni siquiera por Olimpia, que fue tres veces campeón de la citada competencia. Aquella campaña del 70 abarcó seis victorias y cinco empates. El invicto cayó en la altura de Quito, cuando Liga Deportiva derrotó al aurinegro, por 1-0, en la fase de cuartos de final de la competencia.

La base de ese gran equipo estaba compuesta por el arquero Raimundo Aguilera, Juan Martínez, Vicente Bobadilla, Sergio Rojas, Flaminio Sosa, Dionicio Arsenio Valdez, Alcides Sosa, Luis Ivaldi, y Aurelio Martínez; Apolinar Paniagua, Víctor Juárez, Ramón Lugo, Vidal Maciel y el técnico fue José María Rodríguez.

“El Ciclón 70” marcó historia

1970: Para muchos de los que lo vieron jugar el mejor equipo de todos los tiempos de Cerro Porteño fue el inolvidable campeón de 1970. Fue apodado “El Ciclón 70 arrasa” y dio cada domingo una alta demostración de fútbol espectáculo y de ataque. Anotó 38 tantos y encajó solo 12, en 24 partidos. La figura del equipo fue Saturnino Arrúa, quien con 11 goles se convirtió en el goleador del año. El plantel que dio tantas alegrías a los seguidores del Ciclón fue formado y cristalizado por dos entrenadores brasileños. El “Paraguaio” Egidio Landolfi lo formó un año antes y Marcos Pavlovsky lo potenció. El equipo era así: Artemio Villanueva; Héctor Santamaría, Justiniano Enciso, Antonio Gavilán, Valentín Mendoza, Mario Jacquet, Carlos Jara Saguier, Saturnio Arrúa, Alcides Bareiro, Hugo González y Severiano Irala.

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