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“Tengo el agrado de dirigirme a usted y al Comité Ejecutivo para manifestar el respaldo a sus gestiones al frente de la APF, y rechazar total y absolutamente lo dicho por esta persona que se tomó el atrevimiento de hablar en nombre de los Consejos Divisionales B y C, diciendo mentiras, porque consideramos que brindar datos en forma parcial es mentir”, dice la nota remitida por Sánchez a Alejandro Domínguez.
La misiva, sin aclarar en qué mintió el señor Roldán, no hace más que confirmar que el fútbol paraguayo se maneja como una cofradía o fraternidad en la que nadie puede opinar ni pensar diferente sin el consentimiento de la cabeza.
“Nosotros los dirigentes genuinos estamos en contra de las personas que buscan entrar en (sic) nuestros clubes para aprovecharse de los mismos y más aun cuando creen tener derecho de opinar sobre cuestiones que son de única incumbencia de los clubes y sus Comisiones Directivas”, añade el escrito.
“Sabe Usted, Señor Presidente (sic), que cuenta conmigo para lo que hubiere lugar”, señala finalmente la atenta carta remitida por Michael Sánchez al titular de la APF, Alejandro Domínguez.