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La más grande competencia deportiva multidisplinaria con la que sueña todo atleta tendrá lugar en agosto del próximo año y a base de sacrificio, dedicación y sudor la paraguaya cronometró 2’35”58 (nuevo récord nacional), cuando lo mínimo requerido es 2’42”00. Esto se suma a sus boletos a los Juegos Panamericanos y el Mundial de Beijing.
Cruzar la meta y ver su tiempo la dejó sin palabras: “En ese momento lo que me vino a la cabeza fueron mis padres porque es un momento único para todo deportista, un sueño que se busca, y uno quiere tener una persona importante al llegar a la meta, que te pueda abrazar, reír, llorar contigo”, relató emocionada Carmen y contó que terminó abrazada con otra corredora con quien compartía el objetivo: hacer realidad el sueño olímpico.
La multirecordista nacional dice que comenzó ese día sientiéndose excelente, y un lindo clima auguraba una buena carrera.
Es de valientes enfrentarse a una prueba que exige entre 160 y 180 kilómetros de entrenamiento semanales. “En los 32K por ahí dije: “Caramba! Qué estoy haciendo?!” sostuvo y aseguró que un tramo de viento fuerte constituyó su mayor obstáculo. Ya asomándose a la meta: “Me faltaban 500 metros y parecía que eran 42 kilómetros”. Pero la guaraní continuó y “mirando desde lejos, faltando 100 metros, viendo el reloj, se me vino una piel de gallina y dije: ¡Dios mío, conseguí!”.
Su histórica conquista es fruto del entrenamiento que a diario la levantan para seguir adelante: “Nunca fue fácil y nunca será, pero hay un gran sacrificio detrás de todas estas victorias, de este logro. Es mucha dedicación pero lo hago con amor”.
Ahora fija su mente en Toronto y el Sudamericano.