“Recuerdo que en mi último año antes de ser presidente de la APT salimos campeones en 12 años, con Vero (Cepede), Isabella (Rubbiani) e Isaura (Enrique). Ahí se inició un proceso y ahora la tenemos a Vero como profesional”, agregó Camilo.
Sobre lo que pudo haber quedado por hacer, mencionó: “Uno siempre quiere el éxito en la Copa Davis, el proceso en el tenis masculino está un poco detenido. Si bien hicimos el misma inversión en ambos casos, no hay los mismos resultados. Creo que algo fundamental y necesario para el crecimiento es que el tenis vaya al interior del país, necesitamos para que crezca en el país de forma decidida”.
Sobre lo aprendido durante su mandato, comentó: “En estos años de dirigente de tenis me dio la posibilidad de conocer la dirigencia a nivel mundial, tuve la suerte asistir a todas las reuniones de la ITF, a todos los Grand Slam, creo que sin dudas el dirigente paraguayo debe salir para conocer y hacer en su federación, salvando las distancias, trabajos parecidos a ellos, eso me ayudó mucho e hizo que hoy piense de manera diferente”. Camilo Pérez no quiso dejar de agradecer “a todos los tenistas, a los padres que apoyaron y respetaron nuestro trabajo y decisiones. Al señor Daniel Lugo, Esther Tami, a los miembros de mi Comité Ejecutivo que fueron tan trabajadores y leales, al Ing. Juan Pablo Águila, Adrián Boettner, Larissa Schaerer, Fabio Fustagno, Denis Rubod y a nuestro gran capitán de Copa Davis, Víctor Pecci, personas que estuvieron conmigo trabajando tantos años. También a los clubes afiliados que nos dieron su apoyo para todas las competencias nacionales e internacionales y a los auspiciantes”.
