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“No quisiera recordar nada de esa noche”, dijo a EFE Luis Albeiro Valencia, un lugareño, mientras ponía cruces en el Cerro Gordo con imágenes de las 71 personas que el 28 de noviembre de 2016 fallecieron allí en un accidente aéreo que enlutó al fútbol y marcó para siempre la vida de los habitantes del municipio de La Unión (cercanías de Medellín), donde se encuentra el relieve geográfico que fue escenario de la catástrofe aérea, una de las más grandes de Colombia.
Recordemos que entre la noche del 28 y madrugada del 29 de noviembre del año pasado, el avión Avro RJ85 de la compañía LaMia transportaba 77 personas, de ellas 4 eran tripulantes y 73 pasajeros, entre jugadores de fútbol del Club Chapecoense, cuerpo técnico, directivos y periodistas que iban a participar del partido de ida de la final de la Copa Sudamericana de fútbol que los jugadores de aquel equipo brasileño disputarían con los del Atlético Medellín.
Las investigaciones
Por otro lado, la justicia boliviana dispuso ampliar por otros seis meses el plazo para las investigaciones que lleva a cabo el Ministerio Público del país andino sobre el accidente del avión que se estrelló.
Al respecto, el fiscal de distrito de Santa Cruz (este), Freddy Larrea, confirmó ayer a los medios que un juzgado cautelar concedió la ampliación del “plazo investigativo” teniendo en cuenta “la complejidad del caso”, pues involucra a tres países, Brasil, Bolivia y Colombia.
En Bolivia han sido detenidos el director de LaMia, Gustavo Vargas Gamboa, y el exsupervisor de tránsito aéreo de la Administración de Aeropuertos y Servicios a la Navegación Aérea (Aasana) en Santa Cruz, Joons Miguel Teodovich. También aprehendieron al hijo de Vargas Gamboa, Gustavo Vargas Villegas, quien siendo director de Registro Aeronáutico Nacional de la Dirección General de Aeronáutica Civil autorizó en 2014 la importación y matrícula provisional del avión de LaMia. Asimismo, han sido declarados en rebeldía el director de operaciones de LaMia, Marco Antonio Rocha, cuyo paradero es desconocido, y la exfuncionaria de Aasana, Celia Castedo, quien huyó a Brasil y ayer obtuvo una ampliación de su condición de refugiada. En medio de las pesquisas aparecieron también Loredana y Ricardo Albacete, presuntos dueños venezolanos de LaMia.