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Fueron años duros al principio, en especial cuando el Chaco recibía lluvia y su mayor competencia tuerca debía superar los inconvenientes creados por el barro y las grandes aguadas. En ese sentido, en las primeras décadas todos corrían prácticamente en igualdad de condiciones, con equipos muy sencillos y sin grandes infraestructuras de soporte por detrás.
Pero el Transchaco Rally fue “creciendo” con los años y aparecieron los autos de tracción en las cuatro ruedas, con mayor equipamiento y más apoyo logístico. Eso no significó que los autos de tracción sencilla desaparecieran, más bien siguieron acomodándose a los tiempos modernos y luchando por seguir siendo protagonistas en la competencia, tanto en la preparación como en la inversión para poder seguir “venciendo al Chaco”, muchos a puro pulmón.
En la década de los 80 y hasta el año 1995, los autos de tracción sencilla aún lograban el triunfo en la general del Transchaco Rally, pese a que ya existían los vehículos con tracción en las cuatro ruedas. Algunas de las últimas tripulaciones que vencieron la competencia en la general con autos de la tracción simple, aunque aún no existía una diferenciación en cuanto a 4x4 y F2, fueron: Nelson Sanabria/Miguel Gamarra (VW Gol, 1988), Orlando Penner/Eugenio Planás (VW Gol, 1989), Édgar Molas/Héctor Elizeche (Toyota, 1990), Penner/Planás (VW Golf GTI, años ‘92 y ‘94), Pedro Fadul/Hans Thiede (VW Golf GTI 1800, ’93) y Denes Tómboly/Rodrigo García (VW Golf GTI 2000, en 1995), el último auto de tracción sencilla en ganar una general, ya que a partir de 1996 las victorias fueron exclusivas de autos de tracción total.
En ese año, el triunfo fue para Marco Galanti (h) con un Toyota GT4, mientras que el auto mejor clasificado de tracción sencilla era el VW Gol 2000 tripulado por Rodrigo Safuán/Camilo Pérez, terceros. Al año siguiente, José Carlos Grillón volvía a poner a Toyota en lo más alto, pero nuevamente un auto de la F2 ocupaba el tercer lugar en la general, un VW Gol GTI 2000 pilotado por Enrique Chamorro y navegado por Enrique Díaz Benza.
Con el correr de las ediciones, fueron surgiendo más nombres de pilotos que con autos de tracción sencilla y quizás, sin tanto apoyo o a puro pulmón, se convirtieron en grandes guerreros del Transchaco Rally. Así dejaron sus nombres en las páginas de la historia del rally chaqueño con sus F2 pilotos como Roberto Curi, Luis Fustagno, Sever Brizuela, Arturo Daniels, Héctor Elizeche, Carlos Cuevas, Jorge Parzajuk, Herib Chamas, Gerardo Benítez, Hildor Bartel, Hugo Hutz, Johnny Zeballos, Ever Mareco, Claudio Stein, Eligio Cárdenas, Franklin Krahn, Víctor Villalba, Renold Funk, Fabrizio Chiriani, Francois Marret, Mario Paniagua, Henry Hildebrand, Víctor Penayo, Christian Marecos, entre otros.
A partir del inicio de la segunda década del 2000, comenzaron a aparecer nuevas figuras en la F2, varios de ellos bastante jóvenes. A partir del 2011 iniciaron la travesía de anotarse entre los mejores de la tracción sencilla en el Chaco pilotos como Federico Petersen, Addonis Troche, Riyozuke Shima, Carlos Rodríguez, Reinaldo Kikuchi, Udo Siemens, Arnaldo Duarte, Hugo Casartelli, Gustavo Giubi (h), César Moreno, Héctor Giubi, Jorge Maune, Jacob Penner, Omar Benítez (h), Wilfried Klassen, Luis Maldonado (h), Juan Martín Masi, Miguel Bravo, Miguel Zaldívar (h), Félix Bareiro, Guillermo González, Enrique Benítez, Jorge Cruz, Juan Escobar, Diego Domínguez (h), Alexandro Paniagua, mientras que en la última edición del año pasado destacaron en la tracción simple Fabrizio Zaldívar, Nicolás Baeza, Fabrizio Galanti, Cintia Flores, Aaron Lobos, Ricardo Fretes, Luis Cattaneo, entre los que subieron al podio en la general y sus respectivas Clases, destacando entre ellos Federico “Beto” Ramírez, quien pese a su inconveniente de movilidad, ya logró vencer al Chaco en dos ocasiones.