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Un espectáculo que quedará en la memoria de los fanáticos azulgranas, principalmente quienes estuvieron en barrio Obrero para presenciar el show previo y luego el amistoso entre Cerro Porteño y Boca Juniors, cuyo resultado fue de 2-1 para el equipo argentino.
La dirigencia del Ciclón, en ese entonces encabezada por Juan José Abraham Zapag, presentaba con orgullo a la afición deportiva nacional e internacional el máximo coliseo del país, desplazando de la “primera ubicación” al añejo Defensores del Chaco.
“Por La Nueva Olla, la logística, la inauguración, por el campeonato (Clausura) que se complementa con la obra, puede ser considerado el 2017 como el mejor”, había declarado Zapag a poco del cierre de su tercer y último periodo de mandato.
Los 45.000 hinchas vibraron en la denominada “Catedral de la pasión” después de un poco más dos años de la palada inicial, en junio del 2015, con el inicio de las obras para lo que sería el majestuoso escenario de nivel europeo, que a la postre fue elegido como sede de la final única de la Copa Sudamericana 2019, en reemplazo de Lima, la capital peruana en la que inicialmente debió disputarse el encuentro de consagración.
Los actos se habían iniciado a las 17:30, con la presencia de autoridades políticas y deportivas. Al escenario subieron ídolos de todos los tiempos del club, entre ellos el gran Saturnino Arrúa. Después del toque musical con los artistas de diferentes géneros.
Como hecho anecdótico, el monseñor Claudio Giménez utilizó el micrófono para bendicir las obras, en vez del hisopo.
Wilmar Barrios (76’) Gonzalo Maroni (92’) marcaron los goles para Boca; Diego Churín (90’), hizo el empate transitorio.