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La larga noche de infortunios mundialistas tocó a su fin cuando se puso en marcha el operativo Francia 1998. Era el último campeonato mundial del siglo, y las puertas de acceso a la cita cumbre, entre junio y julio de ese año quedaron entreabiertas cuando la Conmebol dispuso que la eliminatoria fuera disputada a lo largo de dos años, en un torneo a dos ruedas del que participarían en una sola llave todos los equipos sudamericanos. La idea surgida de la mente prodigiosa de Nicolás Leoz fue aprobada poco menos que con zapateos, silbidos y aplausos por los representantes de las diez naciones componentes de esta Confederación.
Ya no más Argentina y Brasil, en trágica pulseada contra nuestros intereses. Ahora podíamos hasta darnos el lujo de perder con estos rivales, habida cuenta que la extensión del torneo posibilitaría nuestra recuperación de cualquier caída previsible. Con Brasil campeón mundial, el torneo se redujo a 9 participantes, que competirían por cuatro plazas
La derrota inicial en Colombia no hizo mella en el equipo que, en la segunda fecha, derrotó a Uruguay 2:0 en el propio Centenario. Después, tras quedar libres, empatamos con Argentina haciendo temblar el monumental, 1-1, con un fantástico gol de Chilavert y, en seguidilla, ganamos en casa frente a Chile 2:1, Ecuador 1:0 y Perú.
Jugando de local solo perdimos con el que siempre amargaba nuestras euforias: Argentina, y una pálida actuación albirroja. De visitante solo caímos ante Colombia y Chile. Al final, llegamos segundos a un punto de Argentina, y por delante de Colombia y Chile, y los cuatro junto al tetracampeón, Brasil formamos el quinteto sudamericano que dejó gratos recuerdos en el Mundial francés.
Jugaron esa eliminatoria: Chilavert; Arce, Ayala, Rivarola y Juan Ramón Jara; Struway, Gamarra y Acuña; Gustavo Sotelo, Virgilio Ferreira y Campos, Enciso, Silvio Suárez; Harles Bourdier, Richart Báez, Aristides Rojas, Edgar Báez, Gabriel González, Vidal Sanabria, Esteche, Jorge Alcaraz, Mauro Caballero, José Cardozo, Miguel Benítez, Ruiz Díaz; Sarabia, Osvaldo Cohener, Justo Meza, Derlis Soto, Rubén Ruiz Díaz, Julio C. Yegros, Juan Carlos Villamayor, Hugo Brizuela, Ricardo Rojas, Danilo Vicente Aceval; Carlos Morales Santos, César Ramírez, Félix Brítez Román, Félix Torres y Denis Caniza. DT: Paulo César Carpeggiani.
Ya no más Argentina y Brasil, en trágica pulseada contra nuestros intereses. Ahora podíamos hasta darnos el lujo de perder con estos rivales, habida cuenta que la extensión del torneo posibilitaría nuestra recuperación de cualquier caída previsible. Con Brasil campeón mundial, el torneo se redujo a 9 participantes, que competirían por cuatro plazas
La derrota inicial en Colombia no hizo mella en el equipo que, en la segunda fecha, derrotó a Uruguay 2:0 en el propio Centenario. Después, tras quedar libres, empatamos con Argentina haciendo temblar el monumental, 1-1, con un fantástico gol de Chilavert y, en seguidilla, ganamos en casa frente a Chile 2:1, Ecuador 1:0 y Perú.
Jugando de local solo perdimos con el que siempre amargaba nuestras euforias: Argentina, y una pálida actuación albirroja. De visitante solo caímos ante Colombia y Chile. Al final, llegamos segundos a un punto de Argentina, y por delante de Colombia y Chile, y los cuatro junto al tetracampeón, Brasil formamos el quinteto sudamericano que dejó gratos recuerdos en el Mundial francés.
Jugaron esa eliminatoria: Chilavert; Arce, Ayala, Rivarola y Juan Ramón Jara; Struway, Gamarra y Acuña; Gustavo Sotelo, Virgilio Ferreira y Campos, Enciso, Silvio Suárez; Harles Bourdier, Richart Báez, Aristides Rojas, Edgar Báez, Gabriel González, Vidal Sanabria, Esteche, Jorge Alcaraz, Mauro Caballero, José Cardozo, Miguel Benítez, Ruiz Díaz; Sarabia, Osvaldo Cohener, Justo Meza, Derlis Soto, Rubén Ruiz Díaz, Julio C. Yegros, Juan Carlos Villamayor, Hugo Brizuela, Ricardo Rojas, Danilo Vicente Aceval; Carlos Morales Santos, César Ramírez, Félix Brítez Román, Félix Torres y Denis Caniza. DT: Paulo César Carpeggiani.