Cargando...
DUBÁI (EFE).El hispano-venezolano Ernesto Gainza aún no ha superado el miedo que pasó cuando logró en Dubái un atrevido récord del mundo: saltar desde un avión con el paracaídas más pequeño jamás fabricado.
El pasado 5 de abril descendió desde 4.500 metros a 140 kilómetros por hora con un paracaídas de 3,1 metros cuadrados y llegó a soportar una fuerza de gravedad de 6,5 G, similar a la que se enfrentan los pilotos de aviones en vuelos acrobáticos.
Al tocar tierra, un representante del libro Guinness de los récords entregó al paracaidista el correspondiente certificado con su marca.