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Este equipamiento puntero, fruto de una colaboración entre 11 países, en especial Alemania y Rusia, pero también Francia y España, se extiende a lo largo de 3,4 km en los alrededores de Hamburgo. La construcción tuvo un costo de unos 1.800 millones de dólares. “Es la mayor y más potente fuente de rayos X fabricada por el hombre en el mundo”, declaró Olivier Napoly, del Comisionado de la Energía Atómica francés, que participó en su construcción. El Láser Europeo de Electrones Libres y Rayos X (XFEL, por sus siglas en inglés) comprende varios túneles subterráneos, de los cuales uno, con una profundidad de 38 metros, alberga un acelerador lineal de electrones que mide 1,7 km, y que permitirá que éstos generen una energía de entre 10.000 millones y 17.500 millones de electronvoltios (V). Este láser X podrá producir hasta 27.000 flashes de rayos X por segundo, un enorme salto comparado con los 120 emitidos por el láser estadounidense LCLS, de Stanford.
Sus aplicaciones abarcarán desde la medicina y la biología hasta la química y la ciencia de los materiales. Por ejemplo, los científicos podrán “observar en detalle los virus a escala atómica, descifrar la composición molecular de las células, tomar imágenes en tres dimensiones del nanomundo y estudiar los procedimientos similares a los que se producen en el interior de los planetas”, subrayaron los responsables.
El European XFEL es el resultado de un acuerdo alcanzado en 2009 entre once países y fue promovido por el centro de investigación alemán DESY, de Hamburgo. Los científicos compiten para ser los primeros en experimentar con este equipamiento.