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Bautista Vallejos tiene un doctorado en psicopedagogía. Es catedrático de la Universidad de Huelva, España, Recibió el Premio Extraordinario de Doctorado en Europa y el Doctorado Honoris Causa por la Universidad Iberoamericana (Paraguay). Es especialista en Didáctica y Organización Educativa.
Estuvo unos días en el país para dictar un curso en el Doctorado en Educación en la UNA.
El profesor, que lleva dos décadas de visitas continuas al país, indicó que hay un cambio de mentalidad en cuanto a la universidad en el Paraguay y que se ve la evolución.
“Todavía falta mucho por cambiar. Queda mucho por hacer. Estamos en un momento en que, más allá de lamentarnos, debemos ver todo como una inmensa oportunidad. Estamos en el mejor momento de la historia. Si esa lectura hacemos de la realidad paraguaya, a la que le podemos agregar dinamismo, propiciaremos un cambio”, expresó.
Bautista, que señaló que Paraguay tardó mucho en implementar una reforma educativa en su educación secundaria, sostuvo que hay que poner las bases para lograr las transformaciones.
Con respecto a la proliferación de universidades privadas en el país, Bautista afirmó que se debe ordenar el campo como asunto local y aspirar a la excelencia educativa.
“Las universidades, si quieren llamarse así, deben tener cultura de excelencia, donde los egresados deben salir con cabezas bien pensantes, que puedan generar conocimiento y ser realmente buenos profesionales”, resaltó. Porque de lo contrario, se fomenta la mediocridad y la universidad deja de cumplir con su misión.
“La investigación como elemento clave en el desarrollo de las universidad es indiscutible. No solo deben transmitir el conocimiento enlatado producido a lo largo de los siglos, sino que también tiene que crear conocimiento”, afirmó.
Lo importante ahora es ver dónde está la universidad en el siglo XXI. “Hoy se habla de innovación, creatividad, investigación y generación de conocimiento nuevo, incluso para resolver problemas viejos”, dijo.
Destacó que no estamos solos y que el mundo universitario compite con otras agencias de creación de conocimiento e invención, por ejemplo, las industrias farmacéuticas, que tienen más patentes incluso que la propia universidad o Google, que es un famoso laboratorio, generador de inventos continuos.
Según investigador, si bien es cierto que hay ciertas voces críticas que dicen que ya no hace falta ir a la universidad para producir o innovar, hay que entender que los innovadoras crearon sus productos dentro de los recintos universitarios.
“Los innovadores natos se gestaron en la universidad. Google nace en Stanford mientras que Facebook surge en Harvard. Steve Jobs o Bill Gates, aunque no terminaron sus estudios, nacen de alguna manera como espíritus inquietos dentro del contexto universitario”, indicó.
Para Bautista, la clave está en crear el ecosistema oportuno para que se den las circunstancias y la necesaria innovación y creatividad.
Añadió que hay que encontrar las diferencias entre, por ejemplo, Harvard y las universidades públicas del país para analizar las debilidades locales.