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“Desde hace varios meses vengo trabajando en este proyecto, que consiste en el desarrollo de un dispositivo cuya tecnología permite detectar contaminantes en el agua. Es ultraportable, fácil de usar y económico. Se puede utilizar en el hogar, colocándolo a cualquier canilla de agua (o incluso a botellas plásticas), de manera a detectar si el agua es segura para beber”, nos explica Marcelo en una comunicación vía mail desde la propia universidad.
En ese sentido, señala que habitualmente el agua que llega hasta los hogares proviene del río y es desinfectada previamente en plantas de tratamiento, pero esa desinfección no siempre es efectiva.
Explica que al hablar de análisis de calidad del agua, normalmente nos referimos a llevar una muestra a un laboratorio, lo que conlleva costo y tiempo.
“Mi tecnología, que ya está patentada en EE.UU., lo hace en tiempo real y de manera económica. Puede detectar sólidos disueltos que son invisibles al ojo humano además de contaminantes biológicos sin utilizar costosos equipos de laboratorio y estamos ampliando el espectro de detección. En poco tiempo vamos a poder detectar agro-tóxicos y metales que son nocivos para la salud”, destaca.
Céspedes comenta que gracias a su estadía en la Universidad de New York, pudo conocer a profesores increíbles que le alentaron a ir de un proyecto de investigación dentro de la universidad a una iniciativa más ambiciosa que realmente pueda generar un impacto en el mundo.
“Si con este proyecto se salvan vidas, todo el trabajo y esfuerzo que están detrás habrán valido la pena. Mi sueño es poder implementar todo lo aprendido en Paraguay”, indica finalmente Marcelo.
El joven compatriota actualmente está trabajando en un programa de biotecnología del estado de New York como parte del training de la maestría que cursó. Más información en www.elabnyc.com.