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Dentro de la amplia variedad de muestras artísticas expuestas en esta institución líder en Israel en el campo cultural y que se ha convertido en uno de los museos enciclopédicos más completos e importantes del mundo, el atractivo principal para los cientos de visitantes diarios es sin duda el célebre Santuario del Libro, obra maestra de la arquitectura moderna, construida por los arquitectos Frederick Kiesler y Armand Bartos, financiada en su totalidad por el filántropo húngaro David Samuel Gottesman, quien había comprado los Rollos del Mar Muerto.
El descubrimiento
El museo alberga lo descubierto en las cuevas de Qumran en el Desierto de Judea en 1947. Estos excepcionales manuscritos, creados sobre pieles de animales y escritos de derecha a izquierda posiblemente por los Esenios, escribas de una secta asceta judía, alrededor del año 100 aC son mil años más antiguos que el Código de Alepo, el primer manuscrito bíblico hebreo conocido hasta antes de 1947.
Celosamente cuidados
Tras su descubrimiento y posterior estudio, los Rollos del Mar Muerto pasaron a ser considerados los textos bíblicos más antiguos del mundo y el patrimonio cultural e histórico más importante de Israel, pues describe situaciones, costumbres y hábitos de la época, (Año 100 aC) y son celosamente guardados bajo una estructura construida especialmente para recrear el mismo microclima donde fueron hallados, ocultos en ánforas de barro y repartidos en 11 cuevas en la zona del Mar Muerto.
Los rollos no están expuestos de manera constante al público, sino que existe un sistema de rotación que permite realizar los servicios de conservación necesarios.
Para evitar cualquier alteración en su superficie, incluso no está permitido que le tomen fotografías.
Jardín de las Esculturas
Luego del recorrido del Santuario del Libro, pasamos al Jardín de las Esculturas donde tumbas romanas decoran el camino que lleva hacia el lugar donde se encuentra la réplica a escala de la ciudad de Jerusalén con el Segundo Templo de Salomón, destruido por el ejército romano al mando del emperador Tito en el año 66 de nuestra era.
El Templo de Salomón
Esta ciudad en miniatura incluso replica la topografía de la zona, con sus pendientes y colinas, no deja ningún detalle al azar y se puede apreciar claramente la ubicación del Templo de Salomón en el lugar donde hoy se encuentra la explanada de las Mezquitas, en la zona oriental de la ciudad y que fue construida por los musulmanes 600 años más tarde.
En este lugar se encuentra lo que conocemos como Muro de los Lamentos, resto del antiguo templo destruido por los romanos en la última revuelta del pueblo judío.