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Según la Dra. Margarita Duarte Mussi, jefa de investigación del Departamento de Reumatología del Hospital de Clínicas, dependiente de la UNA, los paraguayos se exponen muy poco tiempo al Sol, lo que hace que se tenga deficiencia en vitamina D.
El trabajo, que fue publicado en las Memorias del IICS, el año pasado, analizó casos de jóvenes estudiantes que se encontraban sanos en el momento del estudio.
La pesquisa es pionera, según la investigadora, ya que no se cuenta con información científica sobre el déficit de vitamina D en los paraguayos.
–¿A qué trastornos está vinculada la falta de vitamina D en el organismo?
–La falta de vitamina D se asocia clásicamente a una alteración de la absorción del calcio a nivel intestinal. En los niños la falta de esta vitamina produce raquitismo, una enfermedad en la cual los huesos son blandos y se deforman.
En los adultos la falta de vitamina D produce una alteración llamada ostemalacia, que altera la mineralización de los huesos.
–¿Tiene otras propiedades?
–Hoy sabemos que, además de esta función en la absorción del calcio, la vitamina D es también muy importante en nuestro sistema de defensa, favoreciendo las respuestas de las células del sistema inmune en las infecciones y en el reconocimiento de células anormales.
En las personas mayores ayuda a fortalecer los músculos y el equilibrio, y la carencia de vitamina D se asocia a una mayor frecuencia de caídas y fracturas.
–Según su investigación, ¿la carencia de vitamina D es común entre personas sanas en Paraguay?
–Sorprendentemente, muchas personas jóvenes y sanas tienen déficit de vitamina D en nuestro país. Nosotros estudiamos 100 jóvenes sanos y encontramos que el 80% tiene valores de vitamina D por debajo de lo normal.
–¿A qué se debe esta deficiencia?
–La vitamina D proviene en su mayor parte (90%) de nuestra piel cuando la exponemos al sol. Solo el 10% se puede obtener de la dieta, sobre todo de lácteos.
Suponemos que la falta de vitamina D se debe a que nos exponemos muy poco al sol o a que usamos protectores solares, los cuales impiden que nuestra piel produzca vitamina D.
–¿Por qué es pionera la investigación que llevaron a cabo?
–En nuestro país no existen datos sobre los valores de vitamina D en gente sana. Como es un país subtropical, suponíamos que los valores serían adecuados.
Nos llamó la atención que las pacientes con osteoporosis tenían valores muy bajos, detectados en los estudios dirigidos a tratar esta enfermedad. Allí surgió la pregunta: ¿será que nuestra población sana tiene valores adecuados?
A partir de esta interrogante hicimos un estudio en jóvenes, casi todos estudiantes de medicina, y los resultados indican que una gran mayoría tiene déficit de vitamina D.
Advertencia a la comunidad médica
–¿A qué conclusiones llegaron?
–El número de personas sanas que pudimos estudiar es muy pequeño para obtener datos conclusivos, pero a partir de esta investigación inicial advertimos a la comunidad médica de esta situación y nos abocamos a realizar un estudio más detallado y en mayor número de pacientes.
El próximo trabajo nos ayudaría no solo a confirmar la prevalencia de la hipovitaminosis D en nuestra población, sino también analizar sus causas y sus consecuencias a corto, mediano y largo plazo.
–¿Cómo se puede revertir la deficiencia de vitamina D en los paraguayos?
–La recomendación más importante es consumir productos lácteos, ya que todos están fortificados con vitamina D. La exposición al sol debe hacerse solamente antes de las 10:00 AM o después de las 5:00 PM, aunque esto es muy relativo y los riesgos de la exposición al sol son importantes.
También disponemos de vitamina D en gotas o comprimidos.
–¿Considera que faltan más investigaciones en el área que abordaron?
–Necesitamos investigaciones que abarquen todas las edades y evalúen las posibles causas y consecuencias.
Las consecuencias pueden no ser evidentes a corto plazo, y pueden ser de muy diversas esferas del funcionamiento de nuestro organismo: metabolismo del calcio, sistema inmunológico, equilibrio y respuesta muscular, etc.
Cada una de estas áreas debe ser investigada en grupos de pacientes en contextos particulares, que representan nuevas líneas de investigación.