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La Universidad Católica de Asunción, UCA, realizó hace unos días el seminario internacional “Sustentabilidad urbana y arquitectónica”, donde se presentaron investigaciones y trabajos de Argentina, México y Paraguay. Los investigadores Jonh Martin Evans (Inglaterra), Silvia de Schiller (Argentina) y Aníbal Figueroa (México) disertaron durante el evento.
ABC Ciencia habló con Figueroa, profesor investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana de México y fundador del Laboratorio de Arquitectura Bioclimática.
Para Figueroa, la mejor arquitectura no es la que usa más artefactos nuevos, sino la usa un buen diseño. “Hacer un edificio bien orientado puede costar igual que uno mal orientado. El beneficio es lo más importante”, puntualizó.
“El primer paso es diseñar el edificio de acuerdo al lugar donde estará, que involucre al terreno, el entorno y el clima. Un edificio que se hace en Finlandia no va a funcionar aquí, en el trópico”, indicó.
Entre los dispositivos tecnológicos más rentables en la actualidad en la arquitectura se destaca el calentamiento de agua a través de colectores solares. El principal consumo energético que se tiene en varios países es el gas, y la mayor parte se utiliza para cocción y calentamiento de agua.
“Cuando uno usa un colector solar, que hoy en día es económico, el consumo de gas puede reducirse hasta en un 80%. Es una cantidad enorme, depende obviamente de cuánto gas y agua se utilice en la casa, pero es una tecnología rentable”, añadió.
Según Figueroa también se usan mucho los aislantes como tecnologías adicionales a la arquitectura, en cubiertas, muros o ventanas. Además, sobre todo en los últimos meses, están en boga las azoteas o terrazas verdes.
“Hay que tener un poco de cuidado con ellos. Se cree que las azoteas verdes mejoran la capacidad térmica de los espacios, pero no es tan certero. El principal aporte de estas azoteas es el control del agua, específicamente el agua de lluvia”, indicó.
Figueroa manifestó que las fotoceldas también son utilizadas hoy en día en la arquitectura, pero todavía son costosas y requieren un enorme control técnico para su funcionamiento. El problema con este sistema es el almacenamiento.
“El mejor almacenamiento de energía solar es ponerlo en la red. Que otros la usen durante el día y otros durante la noche. Así se diversifica el sistema de generación, pero en cada casa tiene que haber un controlador de energía”, acotó. “La arquitectura del futuro va a repensar las ciudades. Esto significa que se redensificará los centros, se dará más importancia al transporte y se verá cada vez más áreas o calles para ciclistas”, concluyó el investigador.