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Los historiadores utilizan archivos documentales como cartas, decretos, fotografías, relatos y se valen de ellos para organizar sus labores. Lo mismo pasa con los astrónomos, cuando alguien orienta su mirada al cielo, básicamente lo que hace es recorrer la historia y, en este caso, la luz juega un rol fundamental.
Que nuestro país no tenga una vida académica en astronomía no es impedimento para que algunos aficionados a esta ciencia antigua cultiven la astrofotografía. Para ellos, la paciencia y algunos instrumentos ópticos son esenciales para realizar esta labor. Varias organizaciones de amateurs tienen en sus filas a los fotógrafos de los cielos.
Una de las promesas en la materia es Rodrigo Ríos, astrofotógrafo aficionado, que a pesar de su corta edad (28 años) ya realizó algunas exposiciones en Asunción. Ríos gerencia una empresa astronómica (Tienda.astropy.com) y dicta charlas en diversos colegios sobre su arte.
“La astrofotografía es la captura de luz proveniente de cuerpos celestes distantes. Gracias a las técnicas de larga exposición podemos capturar colores y detalles que a simple vista serían imposible de verlos”, sostuvo Rodrigo.
Para este aficionado a las estrellas, la luz lleva el papel principal en la astrofotografía, ya que necesitamos que los fotones de luz que viajan por millones de años lleguen hasta el sensor de nuestras cámaras para así ser capturadas. Es así como se capta la “historia” del Universo.
Actualmente, gracias a los avances tecnológicos y al bajo costo de las cámaras, mucha gente puede acceder a cámaras digitales que vienen preparadas para tomar astrofotografías, basta con configurarla para que tome una foto en larga exposición y la luz del cielo nocturno hará el resto, según nuestro astrofotógrafo.
Alejarse de ciudades
Ríos recomienda a los que quieran incursionar en este arte invertir un poco de dinero en comprar una cámara réflex, ya que todos los modelos de réflex vienen preparados para este tipo de trabajo fotográfico.
“Luego de tener la cámara hay que adquirir un trípode y por último, y más importante, alejarse de las grandes ciudades que emiten mucha polución lumínica, la cual impide poder capturar la mayoría de los objetos del cielo”, aseguró.
El próximo gran evento al cual podrán acudir los aficionados a la astronomía y donde se podrán realizar varias imágenes astrofotográficas es el eclipse lunar del 27 de setiembre.
El Centro de Difusión e Investigación Astronómica (Cedia), junto a la Sociedad de Estudios Astronómicos (SEA) organizan una observación del fenómeno natural. El mismo se realizará el domingo 27, en horas de la tardecita-noche, en el predio del Parque Ñu Guasu.
También el mismo día, el Centro Astronómico Bicentenario (CAB) organiza un espectáculo similar, en la ciudad de San Cosme y Damián, donde se encuentra un Centro de Interpretación Astronómica y cuna de grandes investigaciones del astrónomo jesuita Buenaventura Suárez (1679-1750).