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La localidad de San Cosme y Damián, distante 340 km de Asunción, es conocida por sus dunas en el río Paraná y por las ruinas que dejaron los jesuitas. Es un lugar paradisiaco para turistas. Sin embargo, este distrito itapuense también guarda historia cargada de amor, sacrificio y entrega a la ciencia.
Fue sede de un importante observatorio astronómico durante las reducciones jesuíticas y donde se fabricaron los primeros telescopios de la región con mano de obra local y piedras del Paraná. Detrás de esta revolución estaba el sacerdote jesuita Buenaventura Suárez, primer astrónomo del Río de la Plata.
Suárez (Santa Fe, Argentina, 1679 - Santa María, Uruguay, 1750) fue uno de los primeros astrónomos del Cono Sur en el siglo XVIII. Además de su trabajo misionero, estaba encargado de la construcción de campanas y de la ciencia de las misiones. Madera, caña de azúcar y supuestos cristales de cuarzo encontrados a orillas del Paraná hicieron posible desarrollar los instrumentos ópticos para realizar observaciones e investigaciones.
El primer telescopio de Suárez fue montado en el campanario de la iglesia de San Cosme, que hacía de observatorio. El instrumento consistía en un tubo metálico sobre armazón de madera, sostenido y desplazado por arneses y poleas, dotado de dos lentes convexos, con el que efectuó las primeras observaciones de eclipses de Sol y de Luna.
Entre 1720 y 1743 escribió Lunario de un siglo, una obra científica de 200 páginas, editada cinco veces y en ciudades distintas, en la que determinaba la fecha de los eclipses entre los años 1740 y 1903. Además de astrónomo, Buenaventura Suárez fue geógrafo y matemático.
En su homenaje, y por iniciativa del prof. Blas Servín y la Senatur, en 2010 se inauguró el Centro de Interpretación Astronómica “Buenaventura Suárez”, que dispone de un planetario, observatorio, esfera armilar y sala de exhibición. A esto se sumó una escultura del astrónomo, inaugurada en 2015 en la plaza principal.
El número de turistas aumenta cada año y San Cosme, con menos de 10.000 habitantes, experimenta la apertura de restaurantes, centros turísticos y espera una costanera para aumentar el número de visitas.