Velasco solo capituló por el poder de fuego paraguayo

La historiadora Beatriz González de Bosio presenta una nueva visión sobre la gesta libertaria de mayo de 1811 en su libro “La guerra de la independencia”, que aparecerá el domingo con el ejemplar de nuestro diario, como cuarto título de la colección publicada semanalmente por ABC Color y El Lector.

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–Si la independencia tuvo lugar en un episodio incruento, ¿por qué se le llama guerra de la independencia?

–Fue un movimiento militar, el capitán Caballero emplazó los cañones y los tenía listos para hacer fuego. Mauricio José Troche alistó a sus curuguateños, para enfrentarse a los realistas miñones. Es decir, fue un enfrentamiento, aunque no hubo necesidad de efectuar un solo disparo. El gobernador Velasco había capitulado ante el ‘poder de fuego’ del adversario.

–¿Puede considerarse parte de esta guerra el rechazo a la invasión de Belgrano?

–Precisamente el ejército de la Independencia se había fogueado tanto en las batallas de Paraguarí y Tacuary como en las invasiones inglesas al Río de la Plata. Paraguay, como marca militar del imperio español, tenía un ejército activo –milicianos– para la defensa de fronteras y de cualquier otra incursión portuguesa en la zona de Colonia de Sacramento, Montevideo y Buenos Aires. El Río de la Plata siempre estuvo teñido de sangre paraguaya en la defensa del imperio español.

–¿Por qué los líderes principales de Paraguarí y Tacuary quedaron de lado en el proceso de la independencia?

–La independencia tuvo lugar de una manera abrupta, fuera de lo planeado, por la amenaza portuguesa y la presencia del teniente Abreu. Ni siquiera pudieron pedir instrucciones a Fulgencio Yegros, quien se presentó a la ciudad el 21 de mayo. Debido a la necesidad de discreción en la conspiración los oficiales Cabañas, Gamarra y Gracia, no participaron de la misma, y el resultado exitoso hizo que Yegros y Caballero quedaran como los militares de la hora.

–El Paraguay nunca más volvió bajo el dominio español a pesar de que el 15 de mayo se había jurado lealtad a Fernando VII y dejado a Velasco en el Triunvirato.

–El 9 de junio Velasco fue separado del Triunvirato acusado de estar en contacto con elementos españolistas, pero la provincia del Paraguay nunca más volvió a ser gobernada desde afuera. El Congreso del 17 de junio de 1811 eligió a la Junta Superior Gubernativa y como el nuevo polo de dominio quería ser Buenos Aires, esta Junta envió a los porteños lo que en esencia fue el punto de partida de la República del Paraguay, la célebre nota del 20 de Julio de 1811, en la que se proclamó que no era intención del Paraguay “cambiar unas cadenas por otras ni mudar de amo”.

–¿Cuándo terminó el proceso de la Independencia?

–Paraguay decide erigirse en precursor de sus hermanos iberoamericanos, cuando el Congreso de 1813, en la Iglesia de la Merced, asume el sistema republicano de gobierno, convirtiéndose así en la primera República de la América hispana.

–¿Cuál fue el papel del Paraguay en la independencia del resto de Sudamérica?

–Fue importantísima la participación paraguaya en las gestas independentistas americanas. La más memorable tuvo de protagonista al coronel José Félix Bogado, jefe de los ejércitos de San Martín y primer comandante de los Granaderos a Caballo de las Provincias Unidas Argentinas al término de la emancipación.

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