Una costura precisa sobre las relaciones amorosas

Paul Thomas Anderson deja sus películas corales y de historias entrelazadas, y vuelve a encarar la relación de pareja. Pero no lo hace como en “Embriagado de amor”, aquella comedia libertina del 2002. “El Hilo fantasma” es una película elegante que bucea en la complejidades del amor.

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Con solo ocho películas, el norteamericano Paul Thomas Anderson se ha convertido en uno de los principales directores de los últimos veinte años. Ha sido nominado varias veces al Oscar, pero nunca ha ganado una estatuilla. En Cannes obtuvo el premio a mejor dirección en 2002 por “Embriagado de amor” y este año, la genial “El hilo fantasma” ha sido nominada a Mejor Película y Mejor Director, pero lamentablemente volvió a casa sin estas estatuillas. Sí ganó el Oscar a Mejor Vestuario, y bien podría haber ganado las otras dos estatuillas. Pero así es el Oscar.

La película cuenta la historia de la relación entre un modisto de la alta sociedad británica y una joven moza de pueblo. Daniel Day Lewis, que ya había trabajado con Anderson en “Petróleo sangriento”, protagoniza al modisto Reynolds Woodcock, un hombre muy refinado, pero tosco en sus relaciones personales. Siente un profundo amor hacia su madre fallecida y tiene muchas dificultades para relacionarse con las mujeres que le atraen. La luxemburguesa Vicky Krieps es la moza, una chica libre que hará todo lo posible para liberar la coraza de Reynolds. En el medio está la hermana mayor de Reynolds, la también dura Cyril (Lesley Manville), cuya atención está en que su hermano se enfoque en su labor como modisto.

Un filme muy incisivo en la relación de pareja. Una descripción del sadismo mucho más profunda que los filmes de Grey, sin necesidad de lencería y artilugios eróticos. Anderson trata el tema con una elegancia majestuosa, no solo en el vestuario y en la ambientación (el Londres de los años 50), sino en la manera en que se mueven los actores, sus gestos y sus miradas. La fotografía levemente granulada contribuye con creces en describir este ambiente en que conviven el glamour y la decadencia. 

sferreira@abc.com.py

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