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En efecto, ese día aparecerá, con el ejemplar de ABC Color, el libro titulado "Justo Pastor Benítez", escrito por el joven intelectual compatriota Sergio Cáceres Mercado.
Esta es la biografía de un hombre que, según el propio autor de la obra, ha tenido una trascendencia notable en una etapa de la vida nacional sumamente agitada por acontecimientos políticos determinantes.
Cáceres Mercado señala en la introducción del libro, que en el mismo se habla de la vida y el pensamiento de una de las figuras más representativas de la historia política e intelectual paraguayas de la primera mitad del siglo XX, Justo Pastor Benítez.
Benítez fue "testigo y al mismo tiempo actor de varios acontecimientos relevantes en esos años álgidos de la política nacional y al mismo tiempo uno de los más lúcidos intérpretes de la cultura de nuestro país", de acuerdo con el testimonio del autor del volumen que será puesto a consideración del público el próximo domingo.
Justo Pastor Benítez perteneció "a esa raza de políticos que, al mismo tiempo, eran unos intelectuales de primerísimo nivel".
Compartía esa característica con coetáneos como Natalicio González, Pablo Max Insfrán, Justo Prieto o Efraím Cardozo. Tal combinación era en realidad herencia de una generación brillante conocida como los "novecentistas", en la cual brillaron: Manuel Gondra, Fulgencio R. Moreno, Juan E. OLeary, Manuel Domínguez y Eligio Ayala, entre otros.
Lastimosamente expresa Cáceres Mercado, la continuidad de otra generación de discípulos que siguiera a aquellos ya no pudo lograrse porque el destierro y las dictaduras nacidas luego de la Guerra del Chaco extinguirían todo intento de gestión política honesta y trabajo intelectual riguroso.
No fueron años fáciles los que les tocaron vivir a los políticos de aquel tiempo, aduce el autor del libro, quien agrega que los días de exaltación superaban con creces a los de tranquilidad. Y en el medio de esas idas y venidas, entre "gallos y medianoche", elaboraban ensayos filosóficos, tratados históricos y agudos opúsculos.
En el caso de Justo Pastor Benítez, narrar aspectos de su vida, será también narrar su trabajo intelectual, insoslayable en hombres como él. Dice, además, el filósofo, docente y periodista Cáceres Mercado que del accionar de su generación aún nos llegan los ecos, como ondas expansivas que por su cercanía temporal tienen la capacidad de levantar fuertes pasiones aún hoy y al mismo tiempo prohíben toda interpretación sobre ellos que estén exentas de imparcialidad y provocación.
"Por eso expresa además somos conscientes de que no quedaremos al margen de críticas justificadas y enojos de gente que se sentirá aludida".
Esta es la biografía de un hombre que, según el propio autor de la obra, ha tenido una trascendencia notable en una etapa de la vida nacional sumamente agitada por acontecimientos políticos determinantes.
Cáceres Mercado señala en la introducción del libro, que en el mismo se habla de la vida y el pensamiento de una de las figuras más representativas de la historia política e intelectual paraguayas de la primera mitad del siglo XX, Justo Pastor Benítez.
Benítez fue "testigo y al mismo tiempo actor de varios acontecimientos relevantes en esos años álgidos de la política nacional y al mismo tiempo uno de los más lúcidos intérpretes de la cultura de nuestro país", de acuerdo con el testimonio del autor del volumen que será puesto a consideración del público el próximo domingo.
Justo Pastor Benítez perteneció "a esa raza de políticos que, al mismo tiempo, eran unos intelectuales de primerísimo nivel".
Compartía esa característica con coetáneos como Natalicio González, Pablo Max Insfrán, Justo Prieto o Efraím Cardozo. Tal combinación era en realidad herencia de una generación brillante conocida como los "novecentistas", en la cual brillaron: Manuel Gondra, Fulgencio R. Moreno, Juan E. OLeary, Manuel Domínguez y Eligio Ayala, entre otros.
Lastimosamente expresa Cáceres Mercado, la continuidad de otra generación de discípulos que siguiera a aquellos ya no pudo lograrse porque el destierro y las dictaduras nacidas luego de la Guerra del Chaco extinguirían todo intento de gestión política honesta y trabajo intelectual riguroso.
No fueron años fáciles los que les tocaron vivir a los políticos de aquel tiempo, aduce el autor del libro, quien agrega que los días de exaltación superaban con creces a los de tranquilidad. Y en el medio de esas idas y venidas, entre "gallos y medianoche", elaboraban ensayos filosóficos, tratados históricos y agudos opúsculos.
En el caso de Justo Pastor Benítez, narrar aspectos de su vida, será también narrar su trabajo intelectual, insoslayable en hombres como él. Dice, además, el filósofo, docente y periodista Cáceres Mercado que del accionar de su generación aún nos llegan los ecos, como ondas expansivas que por su cercanía temporal tienen la capacidad de levantar fuertes pasiones aún hoy y al mismo tiempo prohíben toda interpretación sobre ellos que estén exentas de imparcialidad y provocación.
"Por eso expresa además somos conscientes de que no quedaremos al margen de críticas justificadas y enojos de gente que se sentirá aludida".