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Cuando el superhéroe se vuelve viejo es como si adquiriera rasgos humanos. Claro, Batman realmente no tiene superpoderes. Pero esa debilidad que crece con los años hace más creíble al personaje.
Y eso vemos en “Logan”, la nueva película sobre Wolverine y la despedida de Hugh Jackman de las garras. El actor australiano ha hecho el papel del personaje en todas las películas sobre los X Men y ha tenido sus propias películas. Entre las tres, esta es la mejor.
La historia se desarrolla en el futuro. Prácticamente ya no existen mutantes. Wolverine adoptó su apellido, Logan, y trabaja encubierto, como chofer en una ciudad fronteriza con México. Vive con el Prof. Xavier y con Caliban en un galpón abandonado. Aparentemente, son los últimos mutantes. Pero un día llega hasta él una mujer que le pide que lleve a una niña hacia el norte. Ella tiene superpoderes como él y es buscada por una organización que había creado nuevos mutantes con el objetivo de convertirlos en supersoldados. Logan deberá salvarla con el objetivo de que los mutantes puedan sobrevivir.
El filme tiene elementos del western y de los actuales filmes de acción, mechado con algo de humor. La misión es para Logan una manera de redimirse y volver a recuperar, de cierta manera, sus años de esplendor.
El filme retoma el aire que había impuesto Bryan Singer a las primeras películas de los X Men, a comienzos de este siglo. Muy buenas actuaciones de parte de Jackman, Patrick Stewart como un nonagenario Prof. Xavier y la niña Dafne Keen como la pequeña mutante.
sferreira@abc.com.py