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Con una arrolladora presentación de casi dos horas, Lenny Kravitz marcó el pico más alto de todo el festival, contando los dos días. El artista salió a escena con “Fly Away”, desatando el delirio de un público de diversas generaciones. Entre ovaciones y aplausos, el estadounidense continuó con “Dig In” y “American Woman”. Esta última dio lugar a un extenso momento de improvisación que sonó conectada con la base de “Get Up, Stand Up”.
Kravitz ofrece un espectáculo musical sin artificios. Sus principales armas son: la solidez musical (lograda junto a un impecable grupo de músicos) y su presencia en el escenario, que es puro swing. Su andar es magnético y exuda a cada paso gran personalidad.
Punto aparte para su asombrosa banda de músicos, que son un respaldo de gran calidad para Kravitz. El trío de vientos otorgaba diversas texturas y tenía mucha onda. El guitarrista confería mucho poder rockero a los temas y, en varios momentos, se robó la escena con virtuosos solos. Batería y teclado aportaron también lo suyo de manera precisa. Por otro lado se puede destacar a su tremenda bajista Gail Ann Dorsey (famosa por haber tocado con David Bowie por muchos años), quien también se encargó de los coros.
Siendo dueño de una gran simpatía también, en un momento Lenny pidió permiso al público para expresarse en inglés, pero prometió que para la próxima visita ya podría comunicarse en español. “Esta es mi primera vez en su hermoso país, y agradecemos que hayan salido a celebrar con nosotros”, expresó.
Más adelante sonaron canciones como “Low”, “It Ain't Over 'Til It's Over” y “Again”, dentro de un repertorio que recorrió gran parte de su discografía. El cantante aprovechó así para presentar temas de su último disco “Raise Vibration”.
Kravitz tiene toda la actitud de un rockstar pero sin divismo, incluso no tuvo problemas de acercarse al público y tomarse su tiempo de saludar a los fans que se encontraban en las primeras filas. Cuando vio que había un bebé entre la gente, pidió que se tenga cuidado.
La recta final se dio con “Where Are We Runnin'?”, y el bis se cumplió con “Let Love Rule”, tema que da nombre a su primer disco, que este 2019 cumple 30 años. La gente quedó prendida cantando, de forma casi interminable, el coro de esta canción, arengados por el mismo Lenny. “Are You Gonna Go My Way?” marcó el final de un concierto que será inolvidable.
La entrega de TOP
Un auto en llamas en el medio del escenario marcaba lo que sería de ahí en adelante el show bien efectista de los Twenty One Pilots (TOP), dúo conformado por el vocalista Tyler Joseph y el baterista Josh Dun. Más adelante, Tyler intercambiaría entre el bajo, el piano y el ukelele, y Josh, por momentos con la trompeta, demostrando así que no solo son hacedores de hits, sino que también buscan mostrar su versatilidad como instrumentistas.
El dúo oriundo de Estados Unidos arremetió así con “Heathens”, “Lane Boy” y “Stressed Out”, entre muchos otros temas frenéticos de corte pop pero atravesados por tintes de rock, rap y beats electrónicos. Sin dudas causaron furor sobre todo en un público más adolescente, pero seguramente mucha gente habrá salido conforme, ya que los músicos dejaron todo en el escenario, e incluso fuera de él.
Primero ocultos, Tyler tras un pasamontañas y Josh tras una pañoleta, ambos fueron demostrando ser dueños de una gran energía y mucha personalidad para entretener. Al descubrir sus caras, los gritos inundaron Idesa, para seguir cantando y saltando con ellos al ritmo de “Levitate”, “Jumpsuit”, “Holding on to You”, y más.
Tyler corría por todo el escenario, subía y bajaba del techo del auto, de unas tarimas dispuestas en los extremos, e incluso del piano, el mismo al que subió después Josh para dar un gran salto hacia atrás. Obviamente la gente deliró al momento en que la batería se colocó sobre una tarima atajada por el público, teniendo así cercanía con Dun. En plan ninja, Joseph se trepó por uno de los andamios del escenario, y al final ambos culminaron nuevamente “encima” del público, tocando tambores.
Entre efectos que colmaban a la gente como un denso humo, papeles y explosiones, los Twenty One Pilots tenían cocinado un combo completo que asegura entretenimiento: canciones pegadizas y un apabullante despliegue escénico e interpretativo. El público compró, degustó, y salió satisfecho.
Del rock a la electrónica
Con una fuerte puesta visual y un sonido pulcro y potente, Deliverans subió al escenario para ofrecer un repaso por los temas de sus tres décadas de carrera. Un público fiel acompañó la presentación del grupo nacional, que subió a escena con un vídeo saludo del vocalista de The Mission, Wayne Hussey, quien inspiró el nombre del conjunto. La banda podría haber capturado mejor la atención del público, de haber sido programada en otro horario, pues coincidió con la presentación de Twenty One Pilots.
Con una entrega en escena que elevó la energía de su rock melancólico, Snow Patrol debutó ante el público paraguayo recorriendo canciones de sus más de dos décadas de trayectoria. La agrupación británica encabezada por Gary Lightbody salió a conquistar Asunción con “Take back the city”, con las guitarras tomando protagonismo.
De la mano Johnny McDaid el teclado tomó su lugar, sobre todo con el solo que marcó el inicio de “Open your eyes”, que terminó siendo fuertemente coreada por el público.
Lightbody saludó al público y agradeció que el festival haya podido seguir a pesar del clima, aprovechando para presentar “Empress” y “Don’t give in”, que forman parte del más reciente álbum del grupo, “Wildness”. La banda tampoco dejó fuera del repertorio a grandes éxitos como “Run”, la bailable “Called out in the dark”, y la célebre “Chasing cars”.
El joven DJ francés Kungs armó su propia fiesta en el escenario Samsung, luego de Interpol y mientras se presentaba Snow Patrol en el fondo. A su corta edad de 22 años, el artista ya tiene encima varios hits más house y dance como “This Girl”, “I Feel So Bad” y “Don’t You Know”, con los que puso a bailar a la importante cantidad de gente que se acercó a disfrutar de su presentación.
La frenética performance del DJ Steve Aoki se encargó de cerrar el festival, en medio de sus ya tradicionales tortazos y un emotivo homenaje a Chester Bennington de Linkin Park con su remix de “One more light”.
El productor de música electrónica ofreció un enérgico y variado set que fue desde “Bella ciao”, pasando por sus colaboraciones con grupos de K-Pop, y con artistas de reguetón como J. Balvin y Nicky Jam, que pusieron a bailar a decenas de miles de personas, incluso a un par de fans que subieron a acompañarlo en el escenario.
Paralelamente, en el escenario Samsung, la agrupación nacional Villagrán Bolaños encendió al público con temas como “Sonidos siderales”, “Señorita” y “Quiero ver”. Este último tuvo como invitado al músico argentino Federico Cairoli.
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Fotos: Arcenio Acuña