Un elogio para los fundadores

Durante sus trabajos exploratorios en Paraguay, Juan Francisco Aguirre (1758 – 1811) adquirió pleno conocimiento del medio y de esta sociedad en la que vivió por largos años. Y su extenso manuscrito es, sobre todo, un elogio de quienes fundaron el Paraguay y lo sostuvieron, con heroísmo y tenacidad, a lo largo de tres centurias.

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Así indica la historiadora Liliana Brezzo sobre el protagonista del libro, que aparecerá el domingo 23 con el ejemplar de nuestro diario.

¿Cuál fue el propósito de la venida de Aguirre?

Aguirre llegó al Paraguay en 1784 para marcar la línea divisoria conforme al Tratado de San Ildefonso, de 1777, entre España y Portugal. La esencia del conflicto entre las coronas española y portuguesa por los límites en la América meridional radicaba en la ocupación de las grandes cuencas fluviales que permitían controlar el comercio interior.

¿Qué estipulaba el tratado de San Ildefonso?

Señalaba la línea divisoria en América del Sur con carácter provisorio; los comisarios debían, sobre el terreno, determinar con mayor exactitud los límites.

¿Cómo se haría eso?

Se creó la Comisión Demarcadora para la América Meridional. Aguirre debía reunirse con su par portugués en el río Ygatimí, subirían por el río Paraguay hasta el río Ypané. De allí continuarían a demarcar hasta la boca del río Jaurú, atravesando los pantanos llamados Laguna de los Jarayes, tarea para la cual se recomendaba llevar prácticos.

¿Cuánto tiempo permaneció Aguirre en el Paraguay y qué hizo?

Estuvo entre 1784 y 1796. Como resultado de la larga estancia acumuló cientos de folios con informaciones sobre las zonas recorridas, levantó cartas geográficas y planos y transcribió documentos de los archivos de Asunción y Buenos Aires, que configuran una verdadera cantera para el conocimiento del Río de la Plata.

Es decir, hizo un estudio sobre Paraguay como nunca se había hecho antes.

Como fruto de esos trabajos, en el caso de la actual República de Paraguay, se conocieron los primeros mapas fidedignos, se ofrecieron inéditos datos geográficos y demográficos que posibilitaron a las autoridades y a los habitantes la conformación de una imagen real y completa de su territorio y, por ende, su posesión efectiva.

¿Cuáles fueron los principales aportes de Aguirre?

No importa el tema ni el enfoque ni la profundidad con que se estudie la historia del Paraguay durante la segunda mitad del siglo XVIII: en toda reconstrucción histórica política, social y mental del Paraguay se apela al testimonio de Juan Francisco Aguirre, considerado como uno de los más fidedignos de la época.

¿Cómo dio a conocer sus materiales?

Escribió un diario que recoge sus observaciones, sus experiencias y sus vivencias durante los 12 años que vivió en esta provincia. Este escrito ha sido publicado, hasta hoy, solo fragmentariamente.

Muchos de los datos que se recogen en este libro han tenido como fuente principal, las partes inéditas del texto de Aguirre que se conserva en el archivo de la Real Academia de la Historia de Madrid. De aquí su novedad.

¿Cómo pudo usted construir la historia de Aguirre?

He tenido la suerte de poder consultar el archivo histórico de Navarra y el archivo diocesano en la ciudad de Pamplona, lo que me ha permitido reconstruir el itinerario personal de Juan Francisco Aguirre, de su familia y del primer tramo de su trayecto profesional.

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