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Alrededor de 1.500 personas se dieron cita en el extaller del Ferrocarril para disfrutar de una noche a puro pop, en la que también participó el compatriota Iván Zavala.
El artista local se encargó de iniciar la jornada musical a las 21:30, con un repaso por sus canciones como “Ella” y “Te sigo esperando,” y el cover de Bruno Mars “The lazy song”.
Acompañado de Diego Riveros (batería), Luis Tellechea (bajo), Karim Manzur (guitarra) y Sergio Cuquejo (teclado), Zavala sorprendió interpretando un potente blues y una versión de “I saw her standing there” de The Beatles. Cerró con “Te regalo”, y el público coreando.
Puntualmente a las 11:00, un video proyectado en la pantalla led, que estaba entre ambos niveles del escenario, sirvió de introducción para Tan Biónica, cuyos integrantes ingresaron a escena al son de “Vámonos” y “Tus horas mágicas”. “Buenas noches al piberío biónico. Felices de estar en la ciudad de Asunción”, saludó el vocalista Chano Moreno, que a lo largo del show se mostró muy interactivo con el público. “Loca” y “Pétalos” siguieron en el repertorio de la agrupación, que tiene marcadas influencias de sonido y estética del grupo The Killers.
“Tus ojos mil”, de su último disco “Destinología”, también sonó, mientras Moreno se ponía al cuello una bandera paraguaya. “Qué linda bandera, amamos este país y lo saben”, dijo, dando paso a “Mis madrugaditas” y “Mis noches de enero”.
Cambiando el bajo por la guitarra acústica, Bambi Moreno fue a la pasarela que sobresalía del escenario para interpretar un impaciente solo, ante el retraso de su hermano que fue a cambiarse. El baterista Diego Lichtenstein también se trasladó allí para ejecutar un pad electrónico, y a trío ofrecer “El asunto”. “Hoy soñé que resucitaba el Mangoré”, señaló Chano recibiendo en la pasarela al guitarrista Sebastián Seoane, con quien interpretaron “Lunita de Tucumán”.
Tras una breve pausa, la banda volvió con la enérgica “Ciudad mágica”, poniendo a bailar a todos. “Ella” también se sumó a la fiesta, con su coro que dice “está bailando mi corazón”. “Arruinarse” llegó después con Liechtenstein rapeando, antes de la fuertemente coreada “Obsesionaria en La Mayor”. La despedida fue al son de “La melodía de Dios”, mientras Chano probaba un tereré tras pedir al público algún sorbo de la tradicional bebida, un pedazo de chipa o sopa paraguaya. A tres años de su primera visita, cuando eran casi desconocidos, la banda hoy se muestra mucho más consolidada en escena y dispuesta a conquistar a un público que va mucho más allá del “piberío”.
malonso@abc.com.py