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“Un amigo que vio las fotografías me dijo: ‘Aquí no hay ningún árbol’. Entonces toda esa vaciedad es lo que constituye la característica del paisaje (castellano), la dureza, la austeridad, es el paisaje que termina conformando la personalidad del ser humano”, contó Jesús Ruiz Nestosa al respecto de las fotografías que mostrará desde hoy y que fueron tomadas en España En este sentido, indicó que “el castellano es exactamente igual que su paisaje, una persona austera, adusta, poco comunicativa, una persona con la cual cuesta entablar relación porque vive muy encerrada, mas una vez que se abre es una persona maravillosa. Pero cuesta romper esa barrera, y eso tiene que ver con el paisaje, la vestimenta, la arquitectura, el mobiliario”, explicó.
Al hacer una comparación sobre una serie de fotografías sobre el monte paraguayo, que trabajó a mediados de los 90, evaluó que la muestra que inaugura hoy “es la contrapartida del paisaje de la selva. La selva es un desorden terrible que crece como puede, donde puede, y para captarla realmente hay que ir y captar ese desorden, ese abigarramiento de forma, de ramas, de hojas, de troncos”, expresó.
Además, para esa serie utilizó una cámara de 4x5 pulgadas, “es decir, con negativos de 9x12 centímetros”, recordó.
En cambio, para hacer las imágenes castellanas, aclaró, usó “lastimosamente” una cámara de 35 milímetros digital.
“Lastimosamente la tecnología digital terminó con la analógica que, para mí, siempre va a ser la mejor del mundo”, manifestó. Al respecto señaló que al fotografiar con una cámara analógica el resultado es “maravilloso”.
Asimismo Ruiz Nestosa, quien con esta exposición celebra que hace 50 años ofreció su primera muestra individual, reflexionó justamente sobre los cambios que se han dado en la fotografía en todo este tiempo. “Creo que no estoy seguro de que haya cambiado para bien”, subrayó. Detalló que las fotos que expondrá serán vistas “así como salieron” pues “no se ha tocado absolutamente nada”. “No solamente no estoy de acuerdo con el photoshop, sino que pienso que el photoshop ha hecho un daño terrible a la fotografía, que ha perdido mucho de su esencia con el hecho de alterar las cosas”, sentenció.
En lo digital tampoco concuerda con el hecho de tomar fotos mirando la pantalla desde lejos. “¿Cómo va a sentir la fotografía esa persona si ya de entrada está alejando la cámara del cuerpo? La cámara tiene que convertirse en la proyección del ojo, tiene que estar pegada al cuerpo porque se está expresando a través de eso”, concluyó el fotógrafo y periodista.