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Ana Rivas (cello), Noelia Riveros (contrabajo), Sebastian Ríos (violín), Dulce Acosta (viola), Walter Morel (trompeta) y Gustavo Barrientos (violín y director), integrantes del Proyecto Sonidos de la Tierra, viajaron a Europa a invitación de las misiones representantes de la Compañía de Jesús de Alemania, Austria y Suiza.
Ellos tomaron parte de la séptima edición de la Gira de Conciertos “Weltweite Klänge” (Sonidos del Mundo), que se desarrolló del 6 al 25 de octubre en las ciudades de Straubing, Munich, Nuremberg, Innsbruck, Sursee, Zürich, Ludwigshafen y Fulda, de Alemania, Austria y Suiza. Los instrumentistas paraguayos integraron una gran orquesta con más de 30 jóvenes músicos de la India, Filipinas, Zimbawe, Colombia, Rusia, Alemania y Suiza. Durante la gira pudieron intercambiar experiencias y participar como huéspedes de familias en el colegio “Anton Bruckner Gymnasium” en Straubing.
En el concierto celebrado en Munich estuvieron presentes el embajador del Paraguay en Berlín, Fernando Ojeda, y su esposa Fátima de Ojeda; el padre Klaus Väthröder (Misionsprokurator de Alemania), y el padre Peter Balleis, sacerdote jesuita.
El maestro Luis Szarán, el padre Peter Balleis y Gisela von Thümen fundaron en el año 2005 la orquesta Mundial “Weltweite Klänge” y desde entonces se realizan periódicas giras. La promotora cultural Gisela von Thuemen acompañó esta gira y participó de la inauguración de la exposición “Dachau in uns- Asthetik Fr Dachau” (La estética para Dachau), de Bruno Schachtner, en la misma ciudad alemana.
El trabajo del gráfico y artista de impresión Bruno Schachtner sigue ligado a Dachau, desde los años 1970 hasta hoy día, en el ámbito de la historia contemporánea, cultura, sociedad y arte en la Galeria KVD.
La música no conoce fronteras y eso se notó en el intercambio de impresiones que realizaron los músicos de los cuatro continentes que participaron de esta séptima gira. Puran, de la India, dijo que la música tiene un poder especial: “es el lenguaje de la paz y humanidad”, definió. Todos los participantes trajeron música de sus respectivos países. Amelia, de Zimbabwe, afirmó que precisa la música para vivir: “con el canto expreso mis sentimientos”, puntualizó.
El marco musical de este año 2015 fueron las partes de la Misa de la Paz “The Armed Man”, “A Mass for Peace”, del compositor Karl Jenkins (1944) estrenada en el 2000 en Londres. “Este compositor relaciona música religiosa e histórica de una manera conmovedora, muestra la cruel realidad de la guerra y de los refugiados, heridas que lentamente tienen que sanarse, además de la añoranza de paz abrazando culturas”, comentó Gisela von Thuemen.
La misa de la paz fue combinada con músicas de diversas partes del mundo.