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El filme, dirigido por Enrique Collar, tiene prevista su exhibición para las 22:30 en la sala Lansare Venster 3 del festival. El director participará de la proyección.
Luego de su estreno en Mar del Plata, Argentina, el filme llega ahora a la pantalla europea. La película, de unos 75 minutos de duración, participa en la categoría “Spectrum”, que ofrece una mirada a las películas producidas a nivel mundial y que, en opinión del festival, realizan una contribución esencial a la cultura internacional del cine.
El filme de Collar fue rodado íntegramente en Itauguá Guasu y presenta a David, un joven que divide su tiempo entre su hogar y arreglar la vivienda de alguien que fue a vivir al extranjero, pero una serie de eventos inesperados lo dejan sin completar esta tarea. Cuando un misterioso artefacto destinado al dueño de casa llega, la intriga y la curiosidad se apoderan de él y lo envuelven rápidamente en una historia de obsesión y muerte.
Collar señaló que desde muy joven escuchó de historias sobre los tesoros ocultos bajo la tierra, e inclusive su familia intentó buscar “plata yvyguy”.
En este sentido, recordó que desde que pintó un tríptico en 1994 acerca de este mito, su intención fue transferir esta experiencia en la vida de un protagonista que represente este situación arraigada en el colectivo imaginario del Paraguay.
“La Guerra de la Triple Alianza además de dejar uno de los genocidios más terribles de Sudamérica, dejó el mito de tesoros escondidos bajo la tierra”, agregó Collar, con respecto al tema del filme, que asegura se mueve desde la realidad hacia el realismo mágico.
Para la realización de la película, Collar recurrió a personas sin experiencia actoral. Christian Riveros, Eladia Vázquez y Juan de Dios Collar tomaron los papeles principales del filme, que fue financiado por fondos paraguayos y holandeses.
El guión fue escrito conjuntamente por Collar y Juan Marín, mientras que la asistencia de dirección estuvo a cargo de Nelson Silva. La dirección de fotografía es de Christian Nuñez, con asistencia de Christian Acosta, y la producción fue realizada por Luz Marina Servín.