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Durante dos horas, el escenario montado en el Jockey Club se transformó en una gran pista de circo, que tuvo al cantante guatemalteco como su maestro de ceremonias. El payaso Panchorizo se encargó de dar la bienvenida al público, saludando con un “mba’éichapa” y “rohayhu”, antes de que el gran telón blanco que cubría el escenario se corra puntualmente a las 22:00.
Desde el elevador ubicado junto a una casilla de títeres, Ricardo Arjona hizo su aparición en medio de la euforia del público y los miles de flashes que desde los teléfonos celulares buscaban captar algún recuerdo de la noche. Al son de “Ella” y “Señorita”, dos temas de su nuevo material discográfico, el cantante volvió a reunirse con su público local, que coreó intensamente gran parte del repertorio.
“El problema” y “Sin daños a terceros” llegaron encadenadas, antes de que el cantante inicie una conversación con el público acerca de qué es estar vivo y tire una crítica hacia el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump.
Con “Acompáñame a estar solo”, los presentes comenzaron a lanzar al aire una gran cantidad de globos blancos, mientras que la historia de una mujer que se enamoró de prisa sirvió de introducción a “Hasta que la muerte los separe”, otra de las canciones que forman parte del nuevo álbum de Arjona.
Al compás de la balada “Desnuda”, varios corpiños aterrizaron en el escenario; para luego dar paso a “Lo poco que tengo”, con aires de reggae, y “Realmente no estoy tan solo”.
Evocando al poderío del macho de antaño, Arjona presentó a la ranchera “Porque puedo”, mientras las pantallas en escenas transformaron el lugar en el Bar Soledad.
Con un toque de salsa, la clásica “Historia de taxi” se sumó al repertorio, mientras Arjona transportaba en un carrito a la cantante y guitarrista Susy Correa, la artista colombiana que demostró con creces su talento en escena.
Con acrobacias en tela y Arjona sentado solo al piano llegó la balada “Apnea”, para luego dar paso a “Remiendo al corazón”.
Los acordes de “Galopera” en el banjo interpretado por Jonathan sorprendieron al público presente, mientras Panchorizo en uniciclo y haciendo malabares daba paso a “Si el norte fuera el sur”. En esta canción, el público se sumó agitando las banderas paraguayas que habían sido instaladas por los fans en los asientos de los primeros VIP.
Una avalancha de clásicos siguió luego con temas como “Cuándo”, “Dime que no” y “Señora de las cuatro décadas”, en la que Montserrat fue elegida de entre el público y subió al escenario a fundirse en un abrazo con el cantante.
Ya en el tramo final del concierto, que contó con ocho músicos en escena, llegaron las baladas “Te conozco” y “Fuiste tú”, así como un acústico con “Quién diría”, “Mi primera vez” y “Buenas noches don David”.
El bis no se hizo esperar y llegó con la energía de “Minutos” y “Mujeres”, para dar cierre a un show en el que el cantautor, tan amado como criticado, demostró que en vivo sabe rodearse de la gente adecuada.
malonso@abc.com.py