Retratos del siglo XIX se verán en el Museo

El Centro de Artes Visuales/Museo del Barro (Grabadores del Cabichu’i y Cañada) inaugura hoy la muestra "El Mariscal. El cuerpo del retrato, Paraguay, siglo XIX", a las 19:30, en la Sala Josefina Plá y en el Gabinete Florian Paucke.

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La exposición podrá ser visitada hasta el 30 de julio.La muestra, realizada bajo la curaduría del historiador de arte Roberto Amigo, reune pinturas, fotografías y objetos pertenecientes al Palacio de Gobierno, la Biblioteca Nacional, el Museo Nacional de Bellas Artes, el Museo Histórico Militar del Ministerio de Defensa y del Museo Monseñor Juan Sinforiano Bogarín, así como de colecciones particulares. Una de las obras de mayor relevancia que forma parte de esta muestra es una pintura con el retrato del Mariscal López donado recientemente al Paraguay por el Gobierno de Cuba. La inauguración contará con la presencia del presidente de la República,  Fernando Lugo Méndez.   

El horario de visita es miércoles y jueves de 15:30 a 20:00, viernes y sábados de 9:00 a 12:00 y de 15:30 a 20:00. La entrada es gratuita.   

Roberto Amigo expresa sobre la muestra: "Una exposición de retratos del siglo XIX se afirma en algunos supuestos básicos; entre otros, el desarrollo de los géneros pictóricos, la consolidación de una sociedad burguesa, el desarrollo de lo suntuario, el predominio del individuo sobre lo estamental, la enseñanza de técnicas artísticas eruditas, la presencia activa de artistas que respondan a la demanda creciente, la reproducibilidad de la imagen. Esta simple enumeración debe dejarse de lado, en la mayoría de sus alcances, cuando pensamos el retrato en el Paraguay. Esta exposición es solo un punto de partida, un momento de reflexión sobre la iconografía de Solano López, que es puesta en escena con otros rostros del siglo XIX. Parte de la tensión entre la imagen de poder y la imagen privada, entre el gran "retrato de aparato" y la "carte de visite", entre la coerción del estado y la intimidad".   

"La exhibición incluye un giro de sentido: despoja las imágenes de indígenas del cientificismo antropológico o del exotismo comercial, para articularlas mediante la palabra en la pregunta sobre el otro" sigue diciendo Amigo.   

"Aquí, en esta exposición, la fotografía afirma la convención global del retrato: las mismas poses, los mismos decorados. No hace falta reiterar los tópicos sobre los vínculos entre la fotografía y la pintura, desde el uso de la primera como modelo en reemplazo del natural, hasta la iluminación focal en la segunda. Luego del costoso daguerrotipo, la fotografía era una salida que el retratado tenía para obtener una imagen a menor costo y mayor fidelidad".
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