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En el mismo, ofrece detalles acerca de las últimas horas del entonces presidente de la República, su esposa Julia Miranda Cueto de Estigarribia y el piloto Carmelo Peralta.
Durante un acto celebrado en el Ministerio de Defensa, Verón afirmó que “a Estigarribia le traicionó ser descendiente de vascos”, ya que decidió viajar a San Bernardino como fuera.
Recordó que en 1940 el viaje terrestre a esta localidad cordillerana implicaba una gran dificultad, pues aún estaba en construcción el ramal que conecta a dicha ciudad con la Ruta 2. “En avión era un salto de 10 minutos y eligió él mismo el avión en el que quería ir”, agregó Verón.
Tomando como base una copia del sumario judicial abierto para investigar la muerte de Estigarribia, también relató que, pese a las advertencias, Peralta subió muy alto, tratando de sobrepasar la bruma y a 20 kilómetros de San Bernardino, en la zona de Loma Grande, se rompió la junta del ciguëñal, haciendo que el avión se precipite a tierra sin poder planear.
Con relación al material, el historiador Eduardo Nakayama señaló que en el libro “se aclara muy bien, casi minuto a minuto, lo que pasó el 7 de setiembre de 1940”. Añade que en el texto también se describe cómo la sociedad paraguaya lloró a su líder. Resaltó que la figura de Estigarribia “descollaba a cualquier adversario”.
El material fue editado por Servilibro.