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El libro, del mismo nombre, escrito por Bernardo Neri Farina, aparecerá con el ejemplar de ABC Color en el marco de la serie bibliográfica publicada por la editorial El Lector. El título completo de la obra es "José Bozzano y la guerra del material".El capitán de Marina José Bozzano, considerado por sus contemporáneos un "genio tecnológico de aquellos tiempos", fue factor fundamental para la victoria paraguaya en la Guerra del Chaco.
Ingeniero y arquitecto naval y aeronáutico recibido de tal en el paradigmático Massachussets Institute of Technology (MIT) y piloto naval de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos de América, José Bozzano fue el diseñador de los cañoneros Humaitá y Paraguay, los dos buques de guerra fluviales más modernos del mundo en su época.
Científico puro como era, mucho tiempo antes de que estallara la contienda contra Bolivia, supo que esa sería lo que él denominó "la guerra del material".
Al comenzar las operaciones bélicas, con la jerarquía de capitán de Corbeta, José Bozzano era director de los Arsenales de Guerra y Marina, unidad de la que dependían además la Escuela de Especialidades, la Escuela de Chauffeurs (choferes), la Escuela de Radioperadores y la Estación Aeronaval.
El capitán tenía exacta noción de la importancia de su papel en los Arsenales. Juzgaba que la Marina poseía la visión de lo que podría ocurrir. "Era indudable que las acciones no se desarrollarían únicamente con bayonetas, sables, caballos y lanzas. La lucha sería moderna", afirmaba.
Ponía de resalto que "el enemigo nos trajo una guerra en la que el material, en todas sus formas, constituía el factor decisivo. Aquella fue la primera guerra, en todas las Américas, donde las comunicaciones, el transporte mecánico, la aviación, la radio, el tanque, el lanzallamas y las minas entraban en acción como consecuencia de la mecánica industrial".
Destacaba además lo fundamental que resultarían los medios de transporte, las máquinas automáticas, la criptografía, los teléfonos, los telégrafos, el personal técnico, los servicios técnicos de retaguardia, los campos de aterrizaje, la aviación naval. "Por sobre todas las cosas decía, el dominio seguro, incontrastable del río Paraguay debía ser un elemento básico de la lucha".
Para él, la dominación del río Paraguay era un factor innegociable. Por ello mismo, muchos años antes de la guerra ya había pensado en los cañoneros. Estos, durante toda la contienda, imperaron en la vía fluvial y fueron los transportes inquebrantables de tropas y elementos.
Ingeniero y arquitecto naval y aeronáutico recibido de tal en el paradigmático Massachussets Institute of Technology (MIT) y piloto naval de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos de América, José Bozzano fue el diseñador de los cañoneros Humaitá y Paraguay, los dos buques de guerra fluviales más modernos del mundo en su época.
Científico puro como era, mucho tiempo antes de que estallara la contienda contra Bolivia, supo que esa sería lo que él denominó "la guerra del material".
Al comenzar las operaciones bélicas, con la jerarquía de capitán de Corbeta, José Bozzano era director de los Arsenales de Guerra y Marina, unidad de la que dependían además la Escuela de Especialidades, la Escuela de Chauffeurs (choferes), la Escuela de Radioperadores y la Estación Aeronaval.
El capitán tenía exacta noción de la importancia de su papel en los Arsenales. Juzgaba que la Marina poseía la visión de lo que podría ocurrir. "Era indudable que las acciones no se desarrollarían únicamente con bayonetas, sables, caballos y lanzas. La lucha sería moderna", afirmaba.
Ponía de resalto que "el enemigo nos trajo una guerra en la que el material, en todas sus formas, constituía el factor decisivo. Aquella fue la primera guerra, en todas las Américas, donde las comunicaciones, el transporte mecánico, la aviación, la radio, el tanque, el lanzallamas y las minas entraban en acción como consecuencia de la mecánica industrial".
Destacaba además lo fundamental que resultarían los medios de transporte, las máquinas automáticas, la criptografía, los teléfonos, los telégrafos, el personal técnico, los servicios técnicos de retaguardia, los campos de aterrizaje, la aviación naval. "Por sobre todas las cosas decía, el dominio seguro, incontrastable del río Paraguay debía ser un elemento básico de la lucha".
Para él, la dominación del río Paraguay era un factor innegociable. Por ello mismo, muchos años antes de la guerra ya había pensado en los cañoneros. Estos, durante toda la contienda, imperaron en la vía fluvial y fueron los transportes inquebrantables de tropas y elementos.