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Según Bernardo Neri Farina, director de esta colección, si Gabriel Casaccia fue el crudo cronista de una sociedad asuncena decadente que se refugió en Areguá para ocultar “sus vergüenzas”, Raquel Saguier fue la relatora de una sociedad asuncena llena de arribistas y de hipócritas cultores de “la imagen social” por sobre todas las cosas, y de la vigencia de antivalores que fueron minando la estructura moral de los sectores más altamente posicionados en los rankings socioeconómicos.
“Esa misma visión descarnada donde no se transige con nadie es la que le da a esta novela de Raquel Saguier la sensación de que las acciones que la componen se están realizando en este mismo momento, en este tiempo actual en el que vemos cómo la corrupción, la inmoralidad, el latrocinio impune a la cosa pública acogotan a un país que no puede elevarse debido a esas lacras”.
La obra recibió una mención de honor en el Premio Nacional de Literatura 1995 (el premio principal fue para “Madama Sui”, de Augusto Roa Bastos). Dentro del rubro de prosa recibió el premio El Lector, en diciembre de 1994. Esa primera edición fue editada por la desaparecida editorial RP, que pertenecía a Rafael Peroni, en setiembre de ese año.
La obra, antes de ser publicada, fue distinguida con un galardón especial en el Concurso de Novela “Mario Andrade”, en abril de 1994, en el que participaron escritores del Mercosur.
Sobre la novela que hoy se lanza, el especialista en literatura paraguaya, de nacionalidad española, Vicente Peiró Barco, dijo en una oportunidad: “Esta zanja está ocupada” era una novela heredera del mejor Carlos Fuentes de “La muerte de Artemio Cruz”, dado que Onofre y Artemio, sus protagonistas respectivos, contaban su historia desde los últimos instantes de sus vidas. Sin embargo, nada más que ver entre una y otra, en cuanto Raquel satirizaba una sociedad, la paraguaya, cuyo arribismo estaba provisto de menos dramatismo que el posrevolucionario priísta mexicano, porque realmente caía en el ridículo. Es la novela más representativa de la autora, con un mundo infernal que surge cuando aparece el cadáver de un hombre en una zanja en las afueras de la ciudad, lo que permite reunir los recuerdos y el pasado de toda una gama de personajes de la sociedad paraguaya”.
Con la publicación de esta novela, la Colección Literatura Paraguaya, de ABC Color y la editorial El Lector, rinde un homenaje a Saguier.
El tercer volumen de la colección será “La llaga”, de Gabriel Casaccia, que aparecerá el domingo 22 de mayo con el ejemplar de nuestro diario.
Raquel Saguier, hija del escritor y periodista Emilio Saguier Aceval, es autora de “La niña que perdí en el circo” (1987), “La vera historia de Purificación” (1989), “La posta del placer” (2000), “El amor de mis amores” (2007) y “Los principios y el símbolo”, obra escrita en 1965, con una mención de honor obtenida en el concurso del diario La Tribuna, pero editada por sus hijos en 2014.