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Se trata de Los pueblos indígenas del Paraguay, del antropólogo José Zanardini.Se inicia de este modo la serie de los volúmenes de La Gran Historia del Paraguay, una enciclopedia inédita compuesta de 20 libros y que reúne a 30 autores de enorme prestigio. Historiadores, antropólogos, académicos, investigadores, periodistas, se unieron para elaborar los textos que abarcan la memoria nacional desde nuestra prehistoria hasta los días actuales.
Todos los libros fueron escritos específicamente para La Gran Historia y están hechos con una alta técnica gráfica que da realce al contenido excepcional. El diseño de las tapas se debe a una profesional reconocida de nuestro medio: Celeste Prieto.
La producción general es de la Editorial El Lector y la dirección de la colección está a cargo del historiador Hérib Caballero Campos.
Los pueblos indígenas del Paraguay, que llega hoy a manos de los lectores con ABC Color, es una obra que contiene una amplia historia que será muy útil sobre todo a los jóvenes estudiantes y los docentes, que poseerán una visión completa y científicamente enfocada para profundizar sus conocimientos respecto a los originales pobladores de nuestro país.
El libro se abre con un capítulo dedicado a las primeras inmigraciones del continente, pues Zanardini señala que los indígenas que ocuparon lo que luego sería el Paraguay proceden de otras latitudes.
Al referirse a los protopobladores de nuestro territorio, el referido antropólogo y estudioso de nuestros ancestros se refiere a los guaraní prehistóricos, los guara, las reducciones jesuíticas, los chaqueños y todo lo ocurrido luego de la expulsión de los jesuitas.
En su relato de lo ocurrido en los siglos XIX y XX, José Zanardini, quien también es sacerdote salesiano al mismo tiempo de poseedor de varios grados académicos, alude a las misiones salesianas en el Chaco, así como a la denominada Declaración de Barbados.
A continuación se refiere a las lenguas indígenas y comienza hablando del pueblo aché: su aspecto físico, la esclavitud de los aché, la idea de sacarlos del monte, los últimos silvícolas aché, su sociedad y sus costumbres, la comunicación facial, su cultura material.
Este libro es no solo revelador de la prehistoria y la historia sino también, y con mucha claridad, de la situación actual de los indígenas en el Paraguay. Su situación de sometimiento a las condiciones que les impusieron los conquistadores, en algunos casos no ha variado con relación al saqueo de sus tierras y a su transculturación forzada, como así también su reducción a la indigencia, ocurridos ya en la república.
Esta es una obra imperdible para los estudiosos y para la ciudadanía deseosa de auscultar en los orígenes de nuestra nacionalidad.
Extracto del libro. Los primeros inmigrantes
La opinión generalizada de los antropólogos contemporáneos es que el hombre paleoamericano no es ni autóctono ni originario de este continente. Desde la primera población humana, entonces, la nuestra fue una tierra de inmigrantes.
Los autores no están de acuerdo en la datación cronológica de esta penetración humana en América.
Algunos hablan de 30.000 y otros de 15.000 años a.C., posiblemente durante la última glaciación. Los hallazgos arqueológicos demuestran, casi con certeza, que 10.000 años a.C. América ya estaba poblada por cazadores especializados o superiores.
En cuanto al origen étnico del hombre americano, se han establecido dos escuelas contrapuestas.
La Escuela Americana. La llamada "Escuela Americana" liderada por Alex Hrdlicka (1925), basándose en la homogeneidad racial del hombre americano, postula la existencia de sucesivas oleadas migratorias en los periodos interglaciares que, a partir de 30.000 años a.C., habrían llegado a este continente a través del Estrecho de Bering (convertido entonces en puente entre América y Asia).
Los científicos adscriptos a esta escuela reconocen que las variaciones en la tipología étnica de los antiguos hombres americanos serían consecuencias de la adaptación a nichos y hábitat ecológicos nuevos.
El ser humano de América tendría entonces un homotipo mongoloide; sería originario de Asia y habría llegado solamente por el Estrecho de Bering.
Todos los libros fueron escritos específicamente para La Gran Historia y están hechos con una alta técnica gráfica que da realce al contenido excepcional. El diseño de las tapas se debe a una profesional reconocida de nuestro medio: Celeste Prieto.
La producción general es de la Editorial El Lector y la dirección de la colección está a cargo del historiador Hérib Caballero Campos.
Los pueblos indígenas del Paraguay, que llega hoy a manos de los lectores con ABC Color, es una obra que contiene una amplia historia que será muy útil sobre todo a los jóvenes estudiantes y los docentes, que poseerán una visión completa y científicamente enfocada para profundizar sus conocimientos respecto a los originales pobladores de nuestro país.
El libro se abre con un capítulo dedicado a las primeras inmigraciones del continente, pues Zanardini señala que los indígenas que ocuparon lo que luego sería el Paraguay proceden de otras latitudes.
Al referirse a los protopobladores de nuestro territorio, el referido antropólogo y estudioso de nuestros ancestros se refiere a los guaraní prehistóricos, los guara, las reducciones jesuíticas, los chaqueños y todo lo ocurrido luego de la expulsión de los jesuitas.
En su relato de lo ocurrido en los siglos XIX y XX, José Zanardini, quien también es sacerdote salesiano al mismo tiempo de poseedor de varios grados académicos, alude a las misiones salesianas en el Chaco, así como a la denominada Declaración de Barbados.
A continuación se refiere a las lenguas indígenas y comienza hablando del pueblo aché: su aspecto físico, la esclavitud de los aché, la idea de sacarlos del monte, los últimos silvícolas aché, su sociedad y sus costumbres, la comunicación facial, su cultura material.
Este libro es no solo revelador de la prehistoria y la historia sino también, y con mucha claridad, de la situación actual de los indígenas en el Paraguay. Su situación de sometimiento a las condiciones que les impusieron los conquistadores, en algunos casos no ha variado con relación al saqueo de sus tierras y a su transculturación forzada, como así también su reducción a la indigencia, ocurridos ya en la república.
Esta es una obra imperdible para los estudiosos y para la ciudadanía deseosa de auscultar en los orígenes de nuestra nacionalidad.
Extracto del libro. Los primeros inmigrantes
La opinión generalizada de los antropólogos contemporáneos es que el hombre paleoamericano no es ni autóctono ni originario de este continente. Desde la primera población humana, entonces, la nuestra fue una tierra de inmigrantes.
Los autores no están de acuerdo en la datación cronológica de esta penetración humana en América.
Algunos hablan de 30.000 y otros de 15.000 años a.C., posiblemente durante la última glaciación. Los hallazgos arqueológicos demuestran, casi con certeza, que 10.000 años a.C. América ya estaba poblada por cazadores especializados o superiores.
En cuanto al origen étnico del hombre americano, se han establecido dos escuelas contrapuestas.
La Escuela Americana. La llamada "Escuela Americana" liderada por Alex Hrdlicka (1925), basándose en la homogeneidad racial del hombre americano, postula la existencia de sucesivas oleadas migratorias en los periodos interglaciares que, a partir de 30.000 años a.C., habrían llegado a este continente a través del Estrecho de Bering (convertido entonces en puente entre América y Asia).
Los científicos adscriptos a esta escuela reconocen que las variaciones en la tipología étnica de los antiguos hombres americanos serían consecuencias de la adaptación a nichos y hábitat ecológicos nuevos.
El ser humano de América tendría entonces un homotipo mongoloide; sería originario de Asia y habría llegado solamente por el Estrecho de Bering.