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En la Municipalidad se inició una campaña de respeto a las leyes y ordenanzas que rigen la materia. Sin embargo, la aplicación solo es en el microcentro de la capital departamental.
En los barrios todavía se puede observar la circulación de motocicletas con un solo retrovisor, sin luces y con más de dos adultos e incluso familias enteras en los biciclos.
Así también es usual que mujeres adultas con varios niños circulen en las carrocerías de las motocargas, en las cuales supuestamente está prohibido que viajen personas. En algunos casos los ocupantes de estos biciclos colocan sillas de plástico para viajar más cómodos, poniendo en mayor riesgo sus vidas. Muchas veces es común ver que tres, cuatro o más pequeños son llevados a la escuela en esas condiciones.
Sin embargo, las autoridades que deberían velar por el respeto a las normas de tránsito nada están haciendo para evitar esta situación, que muchas veces acaba con aparatosos accidentes de tránsito en los que fallecen las víctimas o deben pasar meses en los hospitales públicos para su recuperación.
Desde diciembre pasado la Municipalidad local informó que la Dirección de Tránsito está realizando un operativo de respeto a las leyes y ordenanzas, para evitar sanciones o multas.
La intención es mantener el tránsito fluido y seguro en la ciudad, con énfasis en el microcentro.
Sin embargo, los controles también deberían realizarse a los biciclos que transitan por los barrios esteños para lograr tener mayor efectividad.