OSCA presenta gala francesa

Obras de compositores franceses como Saint-Saëns, Ravel, Bizet y Offenbach sonarán hoy en el quinto concierto del Ciclo de Abono de la Orquesta Sinfónica de la Ciudad de Asunción (OSCA). La pianista Valentina Díaz-Frénot volverá a actuar con la agrupación sinfónica.

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El Teatro Municipal Ignacio A. Pane recibirá hoy, desde las 20:30, la gala sinfónica francesa de la OSCA. La pianista argentino-paraguaya Valentina Díaz-Frénot interpretará el Concierto Nº 2 para piano y orquesta de Camille Saint-Saëns.

Este concierto es “quizás el más conocido y apreciado por los pianistas”, dijo Díaz-Frénot. Contó también que Saint-Saëns “fue un pianista prodigio pero, paradójicamente, no dejó muchas composiciones para piano solo; en cambio sí dejó cinco conciertos para piano y orquesta”.

“El concierto es muy lindo y no es una obra muy larga. Tiene una particularidad ya que no tiene un movimiento lento como generalmente tienen todos los conciertos. Empieza con una especie de preludio, un poco pomposo. El segundo movimiento es muy chispeante y alegre, y el tercero es casi un ritmo de tarantella”, explicó. Asimismo, la solista destacó que “Saint-Saëns fue un gran pianista” y que la obra “está muy bien escrita para la orquesta y para el piano también”.

Acerca de cómo se creó esta pieza, Díaz-Frénot relató que algo “extraordinario” es que fue escrita en muy poco tiempo. “Un gran músico: el pianista Anton Rubinstein, colega de Saint-Saëns, tenía que hacer un concierto en París y quería justamente homenajearlo. Entonces Saint-Saëns compuso la obra en diez o quince días”.

Se estrenó en París interpretada por él mismo como solista y dirigida por Rubinstein. “La recepción del público no fue tan brillante como él esperaba, salvo el segundo movimiento porque es chispeante y divertido”. En cambio, alguien que lo admiraba mucho, Franz Liszt, “le hizo mucha publicidad, no solamente por esta obra, sino por muchas de las otras”.

En la noche se hará también el “Bolero”, de Maurice Ravel. La obra tiene “un motivo que se repite indefinidamente, pero ¿por qué la obra perdura hasta ahora y gusta tanto? Por la orquestación, porque Ravel fue un extraordinario orquestador. Es una obra maravillosa”, comentó la pianista. El repertorio se completa con la obertura de “Orfeo en los infiernos”, de J. Offenbach, y “Juego de niños”, de G. Bizet.

“No dejen de venir y van a disfrutar mucho de todo el programa. Además volvemos a actuar con el maestro Szarán luego de un buen tiempo”, finalizó la artista.

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