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Su primer director fue Remberto Giménez y el martes 28 le rendirán un homenaje con un concierto en la iglesia catedral, en el que se interpretarán dos obras de su autoría.
El concierto será dirigido por Luis Szarán y en carácter de solista actuará el joven violinista José Miguel Miranda.
Esa noche se podrá escuchar la “Rapsodia Paraguaya” y la pieza sinfónica “Ka’aguy ryakuã” (Fragancia del bosque), de Remberto Giménez, quien falleció hace cuarenta años, el 15 de febrero de 1977.
La “Rapsodia Paraguaya” fue compuesta en 1939 en dos versiones, una breve y otra más amplia. La misma emplea motivos de la Golondriana, danza de salón que se bailaba en los salones aristocráticos de Asunción, a mediados del Siglo XIX, previo a la Guerra de la Triple Alianza. Al mismo tiempo emplea fragmentos de la pieza de autor anónimo Campamento Cerro León. A partir de dicho material su autor realiza numerosas variaciones. La versión más amplia fue estrenada por la Orquesta Sinfónica de Bonn en 1967 bajo la dirección de su autor y luego en Paraguay en 1987 por la OSCA, bajo la dirección de Luis Szarán.
El programa se complementa con obras del compositor contemporáneo paraguayo Saúl Gaona y otras de autores clásicos como Verdi, Tchaikovsky y Smetana. El concierto se iniciará a las 20:30 y el acceso será libre. Está organizado por la Dirección General de Cultura y Turismo de la Municipalidad y la Sociedad Filarmónica de Asunción.
Remberto Giménez era violinista, compositor y director de orquesta. Nació en Coronel Oviedo el 4 de febrero de 1898. Comenzó a los diez años ejecutando la flauta, luego realizó sus estudios musicales en la Banda de Músicos de la Policía de la Capital. En 1920 fue becado por el gobierno paraguayo a Buenos Aires, donde ingresó en el Conservatorio Nacional. En París ingresó a la Schola Cantorum; allí asistió, durante dos años, a las clases de perfeccionamiento de violín, y en la Sorbona a cursos de Estética e Historia de la Música. En 1927 se trasladó a Berlín y desde 1928 se radicó definitivamente en Paraguay.
En 1957 logró el auspicio de la Municipalidad de Asunción para la puesta en marcha de la OSCA, de la que fue su director hasta su muerte. En 1958 presentó, con la Orquesta Sinfónica de la Radio de Bonn, Alemania, su “Rapsodia Paraguaya”, constituyéndose en el primer músico paraguayo que dirigió una orquesta sinfónica europea.