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GIJÓN, España (Maripili Alonso, enviada especial). Con un repaso musical a través de su historia, ofreciendo un variado repertorio, el conjunto paraguayo recibió la ovación de un teatro prácticamente lleno con una capacidad para más de 1000 espectadores.
Exhibiendo los distintos instrumentos de cuerdas, el director Favio Chávez explicó cómo la orquesta ofrece hoy oportunidades a jóvenes, no solo de nuestro país sino también del proyecto español “La música del reciclaje”, impulsada en este país por la empresa Ecoembes y que nació inspirada en la experiencia de Cateura.
Con temas como “Libertango” y “A mi manera”, se realizó la presentación de los integrantes de la delegación de 25 músicos, para luego dar paso al debut en escena del arpa reciclada ejecutada por Ezequiel Takebe con “Pájaro campana” y una versión interactiva del “Tren Lechero”.
Tras recordar su experiencia con Metallica al compás de “Nothing else matters”, la agrupación deleitó a los presentes con una versión de “Viva la vida”, del grupo inglés Coldplay.
La soprano Beatriz Díaz interpretó junto a la orquesta la sentida “O mio babbino caro”, haciendo resonar el teatro con la potencia de su voz. El Coro Joven de la Fundación Princesa de Asturias se unió al conjunto y a la soprano para dar el toque navideño al concierto con la clásica “Adestes Fideles”.
El broche de oro lo dio el reconocido cantante Víctor Manuel que interpretó “Asturias”, junto a los músicos paraguayos. También, se sumó el coro para cantar “En el Portalín de Piedra”, recordando que la había estrenado hace varias décadas en un desaparecido teatro de Oviedo. Luego del paso de los invitados, la orquesta quedó sola en escena para cerrar la noche al ritmo de música latinoamericana como el “Carnavalito”.
La gira de la agrupación, que seguirá el próximo jueves 28 en el Teatro Real de Madrid, está patrocinada por la empresa Ecoembes. Antes de iniciarse el concierto, su consejero delegado Óscar Martín Riva invitó al público a dejarse contagiar por el ritmo y la esperanza de la orquesta.
Para David, uno de los violonchelistas de la orquesta, el concierto de este viernes le permitió reencontrarse tras un año con María Ángela, su mamá, que desde hace dos años trabaja en Santander.
“Fue una experiencia maravillosa, única realmente. Es la bendición más grande que me pudo pasar, por medio de la orquesta poder reencontrarme con mi hijo aquí y pasar unos días maravillosos”, comentó la mujer tras ver, por primera vez, a su hijo sobre un escenario en España.
Agregó que el hecho de poder celebrar con el menor de sus hijos esta fecha es “un milagro navideño”.