Cargando...
La obra está basada en el asesinato de Salvador Puig Antich, el último sentenciado a muerte por la dictadura de Francisco Franco, en España. Fue en 1974 y el mundo expresó su protesta. Aún así, Puig Antich fue condenado al garrote vil. Jesús Ruiz Nestosa escribió el poema al que Luis Szarán, entonces estudiante de música en Roma, le puso música.
Aquí, el Estado torturaba y mataba a mansalva a los opositores, sin necesidad de una sentencia judicial. Es así que entendemos que una obra dedicada a un anarquista español asesinado está dedicada también a todos los que injustamente fueron asesinados por el Estado.
Después de 40 años la obra vio la luz el jueves, en el primer concierto de abono de la Orquesta Sinfónica de la Ciudad de Asunción, bajo la dirección de Szarán. El espectáculo se denominó “Concierto por la paz”.
Una obra dramática y densa que no pudo ser estrenada en su momento no solo por el tema que toca, sino también por sus exigencias musicales. La dictadura cayó pero la obra quedó encajonada. El 60° aniversario de la OSCA fue la excusa para sacarla a relucir. Ya el arco de bronce al que se refiere el título de la obra (tomado del libro bíblico de Job) ha atravesado a las dictaduras. Aun así, nunca debemos olvidar toda la barbarie cometida para evitarla en el futuro.
En la segunda parte del programa, pudimos escuchar nuevamente “Pyhare pyte”, de José Asunción Flores, que hace muchos años la OSCA no la incluía en sus conciertos, creemos que por su extensión, más que nada. Una obra que clama por un Paraguay nuevo y que Flores tantas veces la reescribió desde los años treinta hasta su versión final grabada en Moscú en 1969.
La orquesta la interpretó con menos brío que el estreno de la noche. El coro podría haber estado mejor ubicado, con unas tarimas mas largas que evitaran el abigarramiento de los coreutas. Pero la emoción de escuchar ambas obras que claman por una sociedad más justa era mayor.
sferreira@abc.com.py