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“La Asunción de don Ignacio” se denomina la exposición que reúne cuadros dedicados a la ciudad.
En la muestra se exhibirán obras pertenecientes a las colecciones de los familiares del artista plástico, en este caso de Ignacio Soler Blanch, Beatriz Heisecke, Gustavo Benítez Soler y María Eugenia Fernández, reunidas por primera vez en una exhibición.
Las pinturas son desde los inicios del siglo XX hasta finales de los años 70 y están realizadas en diversos soportes y con temáticas que expresan paisajes rurales, urbanos, retratos y la visión del artista sobre temas políticos y sociales.
Uno de los más grandes artistas de la historia de las artes plásticas en el Paraguay, Ignacio Núñez Soler se inició en la pintura de la mano de su hermano Tomás Soler, novel pintor y decorador, quien a su vez había aprendido con el francés Julio Mornet y el italiano Guido Boggiani. No obstante, Ignacio comenzó pintando casas con brocha gorda utilizados para el blanqueo a la cal.
Llegó un momento en el cual realizaba su arte trazando los decorados que utilizaba en los montajes teatrales del teatrista Julio Correa.
Sus obras reflejan un alto grado de compromiso social, pues representa en sus lienzos a la gente de su ciudad natal, en escenas de la vida cotidiana, en plazas, mercados, etc.
La primera exposición la hizo en 1931 en la Casa Argentina, según el mismo confesaba, “en su vida llegó a vender unos 800 cuadros”. Se consideraba impresionista, “porque me gusta hacer lo que yo siento, lo que yo percibo”.
Su arte naif adquirió características muy singulares, pues un “Núñez Soler” se distinguía a la distancia por sus rasgos personales, sobre todo cuando se trataba de una pintura sobre la ciudad de Asunción, urbe que conocía profundamente en todos sus recovecos y sobre todo en su variopinta geografía humana. Imágenes de una ciudad que ya no existe se pueden encontrar en los cuadros de Núñez Soler, es por eso que también era conocido como “El pintor de Asunción”.
A lo largo de su profesión ha estado presente en innumerables exposiciones, e inclusive más allá de los límites del Paraguay. Participó varias veces en las bienales de São Paulo, Brasil. Sus obras forman parte de museos de Paraguay, Argentina, Brasil, Uruguay, España, EE.UU. y Alemania.