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Un concierto de más de dos horas ofreció la banda charrúa, que regresó al Paraguay poco más de un año después de haber cerrado aquí otra gira, con la que celebraban sus 20 años de carrera. En esta ocasión, dieron inicio con “Su sombrero”, antes de seguir con “A la izquierda del cero” y “Al vacío”, tema en el que cantó con Javier Zacher, del grupo nacional Salamandra, como invitado especial, lo que fue muy celebrado por la multitudinaria concurrencia.
Luego de hacer “A las nueve” y “Me ilumina hoy”, el vocalista Emiliano Brancciari destacó lo especial que es para el grupo venir a nuestro país. “Nos sentimos muy queridos cada vez que venimos. Ojalá que sea una gran noche maravillosa, como la última vez. Empieza el show que va a ser bastante largo. ¡Prepárense!”, exclamó, antes de dar paso a “Llueve tranquilo”, “Detrás del cerro” y “Destierro”.
“Vamos a tocar una del segundo disco, que capaz no la hicimos mucho acá”, dijo el cantante para introducir “La única voz”, que fue seguida por “Pensar”, “El error” y “Sin pena ni gloria”, mientras en el sector campo se desataban frenéticos pogos y el público entero acompañaba con palmas a cada compás.
Brancciari se calzó la guitarra acústica para una parte más íntima y emotiva, para la cual eligieron sus temas más melancólicos: “Memorias del olvido” y “No necesito nada”. Estas dos canciones, según contó el artista, habían sido sometidas a votación a través de Twitter, para que el público elija una a ser tocada en la noche, pero al final decidieron hacer ambas, para el gozo de todos.
Siguieron con “Viajando sin espada”, “Ese maldito momento” y “Clara”. Luego, al contagioso chamamé “Mucho más feliz” engancharon, para gran sorpresa de la gente, con la polca “Paloma blanca”, de Neneco Norton, pero con los versos en castellano. Continuaron con “Verte reír”, “Más mejor”, “Paranoia”, “Chau”, “Comodín” y “Te voy a llevar”.
“Gracias por el cariño y amor de siempre, ustedes no saben lo felices que nos pusimos cuando nos enteramos que íbamos a venir”, expresaba el vocalista, para el delirio de los fanáticos, que cantaban cada una de las canciones de principio a fin. En muchas partes, Brancciari los dejaba cantando solos, y los aplaudía.
“Tan lejos” sonaba y ya caían algunas gotas de lluvia, pero a la gente no parecía importarle. “Nada para ver”, “No hay dolor”, “Con el viento” y “Fuera de control”, tampoco faltaron, y luego el grupo ya se despidió.
La lluvia ya se hacía cada vez más intensa, pero todos seguían firmes, cantando, saltando y gritando “¡No se va No Te Va Gustar!”, insistentemente. Luego de unos minutos los músicos volvieron a escena. “¿Aguantan un poquito más aunque se largue?”, interrogó el cantante, para cerrar el show con “El camino más largo”, “Cielo de un solo color” y “No era cierto”, cuando ya pasaron varios minutos de la medianoche.
Una vez más todo el grupo demostró su gran calidad como ensamble, y además se pudo disfrutar del virtuosismo y el carisma individual que ofrece cada uno. También tuvieron un desenvolvimiento escénico muy enérgico, ya que recorrían todo el escenario enardeciendo a todos. Asimismo, acompañaron el show con una gran pantalla led al fondo, donde se podían ver diversas imágenes, y un atractivo juego de luces.
Antes de este grupo, subió como telonera la banda local La de Roberto, encabezada por “Chirola” Ruiz Díaz, que empezó a hacer cantar a la gente con sus temas como “Hemisferios”, “Días grises”, “Siempre a la deriva”, “Tengo que correr”, entre otras animadas canciones.
victoria.martinez@abc.com.py