Novela sobre paraguayo que no llegó a cardenal

El libro “El cardenal”, de José Eduardo Alcázar, se presentará hoy a las 20:00, en el marco de un conversatorio del autor con los lectores. Será en Vícoli Libros & Dulces (Santísima Trinidad 448 c/ Overáva), donde el público tendrá la oportunidad de compenetrarse con los personajes de la novela.

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En más de 190 páginas, la novela “El cardenal”, de José Eduardo Alcázar, recorre algunos hechos reales enmarcados en la ficción. Por ejemplo, el casi nombramiento del primer cardenal paraguayo, hace más de 20 años.

“Hace exactamente 22 años, el Vaticano tenía un candidato y el nombramiento era inminente, cuando el obispo paraguayo sorpresivamente se desmayó. Eso fue visto por Roma como señal de debilidad física. Eso, además, fortaleció a nivel local el complot que giraba en torno a ese nombramiento”, comentó el autor de la novela, quien compartirá hoy, a las 20:00, un conversatorio con los lectores a modo del lanzamiento de su obra.

Alcázar dijo también que su escrito sale en un momento justo en que se estaba reavivando el deseo de los feligreses de tener un cardenal paraguayo en la Iglesia Católica.

En estos días se especulaba que el papa Francisco podría nombrar a un sacerdote local como purpurado. Específicamente se hablaba de monseñor Adalberto Martínez como el elegido. Finalmente no ocurrió y de nuevo el Paraguay quedó sin tener un cardenal.

“Esta novela, sin proponerse, adquirió ribetes de actualidad, pero esta vez nadie se desmayó ni sabemos qué pasó, aunque tampoco hubo nombramiento”, ironizó el escritor.

¿Es verdad. O es ficción? “Son verdades enmarcadas en alguna ficción. Y los nombres que aparecen en la novela no corresponden a las identidades reales”, puntualizó José Eduardo Alcázar.

A inicio del libro se advierte a los lectores que “Lo que sigue se basa en hechos verídicos. Los acontecimientos narrados ocurrieron en la vida real aunque no sirvieron por sí solos para componer la historia que se cuenta. La mano del escritor decide siempre de qué manera desea presentar los hechos para que ellos tengan un sentido u otro. Los personajes son también reales, compuestos por semblantes de varias extracciones. Más de un lector se sentirá tentado de dar nombres a los bueyes. Será siempre, estima el autor, una tentación colmada de engaños. Permitida, sin embargo, ya que el lector es coautor de cualquier relato”.

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