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Pavetti ha venido desde Italia para celebrar estas fiestas con su familia y, de paso, ofrecer este concierto.
La temática del tradicional concierto navideño de la Encarnación (Haedo y 14 de Mayo) es “a la luz de las velas”.
En esta oportunidad se presentará junto con el órgano de tubos un gran ensamble de bronces, percusión y bajo continuo que interpretará un variado repertorio de música barroca incluyendo obras de Johann Sebastian Bach, Henry Purcell, Arcangelo Corelli y los tradicionales villancicos navideños.
Stefano Pavetti Serratti es organista clavecinista y director de orquesta paraguayo, quien reside en Milán, desde hace unos años.
Hace unas semanas, el joven músico fue al Vaticano, y cuando el papa Francisco se acercó al público, le ofreció un mate que el Sumo Pontífice sorbió con gusto.
El joven actualmente está en la recta final de la maestría en dirección orquestal en el conservatorio Giuseppe Verdi, de Milán.
En octubre pasado, en su anterior visita al país, dirigió a la Orquesta de Cámara “Remberto Giménez”, del Conservatorio Nacional, y en setiembre dirigió a la orquesta “Lara Bareiro”, de la misma institución.
Como organista, Pavetti ha realizado conciertos en varias ciudades de Europa y el año pasado ya había ofrecido un concierto similar en La Encarnación.
En abril de este año se presentó como organista en un concierto realizado en la Catedral de Cuenca, España, acompañando al trompetista suizo Giuliano Sommerhalder.
Pavetti tocó un órgano del siglo XVIII, para el cual tuvo que ensayar especialmente varios días antes del concierto. Un órgano que tiene 24 trompetas arriba que es considerado patrimonio.
Al final del concierto de esta noche el público asistente podrá acceder a la tribuna del órgano, que es el único de su tipo en funcionamiento, en nuestro país.
El órgano a tubos del templo La Encarnación es único en nuestro país. Llegó a Paraguay en 1927 desde Alemania. Este instrumento fue construido especialmente para esta iglesia. Posee un total de 417 tubos de diferentes dimensiones. Permaneció descompuesto por más de veinte años hasta que en 1997 fue restaurado en Alemania por 250 millones de guaraníes.
El acceso será libre y gratuito.